Psicología y Ciberculturas:
La construcción de un nuevo espacio
social [1]
Advertencia
“Ni la
Universidad, ni el jurado serán responsables de las ideas expuestas por los graduandos”
Reglamento Estudiantil
ART. 46. CAP. 3.
Internet como un nuevo medio
masivo de comunicación ha posibilitado el establecimiento de relaciones por
medio de sus diferentes herramientas y servicios; para la presente
investigación nos centramos principalmente en el uso del IRC, por considerar
que esta herramienta permite interactuar en tiempo real con otros usuarios.
Internet, permite la representación del mundo desde la integración cultural y
la reconstrucción de la noción espacio–tiempo, no como un continuo, sino como
una representación fragmentada y caótica,
que permite la emergencia de los relatos locales como forma de
conocimiento validada, pero que a su vez no desconoce el sentido de globalidad,
por lo cual creemos que Internet se convierte en el ícono de la postmodernidad,
pues posibilita la caída de los metarrelatos, que según Lyotard constituyen el
punto de ruptura con la modernidad; a su vez, creemos que posibilita lo que
Vattimo denomina “Sociedad Transparente”, que comprendemos como aquella
sociedad mediada en la que el flujo de información va en continuo aumento y
lleva a que la sociedad se perciba a sí misma como una sociedad más compleja y
caótica, con una marcada tendencia hacia la comunicación generalizada, una
sociedad de los medios de comunicación de masas (“mass media”), y que
particularmente con Internet se da el resurgimiento de culturas locales,
posibilitando el reconocimiento del mundo como multicultural e híbrido, en el
que se tejen de forma interactiva diversos relatos con impacto global, de modo
que, la sociedad se percibe a sí misma desde una nueva perspectiva, en la que
se enfatiza el reconocimiento de la diferencia, el saber narrativo y los
distintos contenidos sociales. En este contexto, las relaciones establecidas a
través del Chat, ¿cómo son comprendidas por los cibernautas?, ¿cómo se
comprenden éstos en dicho ejercicio? y ¿qué particularidades presentan las
interacciones?, preguntas que tratamos de responder con el objetivo de comprender
los significados que los “navegantes” construyen de las relaciones
interpersonales que establecen a través del uso del IRC (Internet Relay Chat -
repetidor o difusor de conversación en Internet) y así proyectarlo como campo
de investigación de la Psicología del siglo XXI.
Para dar cuenta de los
significados que envuelve esta práctica social característica de finales del
siglo XX nos basamos en la perspectiva que nos ofrece el paradigma de la
complejidad, el socio-construccionismo y la reflexión postmoderna. El abordaje
de la investigación es de tipo cualitativo a partir de la observación
participante, de un grupo humano compuesto por 4 participantes; en el proceso
investigativo se utilizaron como técnicas de investigación las entrevistas, los
diarios de campo, los grupos de discusión y se diseñó un instrumento, el cual
consistió en la creación de una página Web en la que se recogieron las
opiniones de los visitantes respecto al tema.
Este
proyecto investigativo hace parte de la línea de investigación Psicología y
Cultura, de la Facultad de Psicología de la Universidad Santo Tomás de Bogotá. La investigación duró aproximadamente 2 años
y fue realizada por William Ricardo Gómez[2]
y Edwin Velásquez Ariza.
“Con cada nueva tecnología se modifica el tamaño, el tipo, la forma de
interacción
y la capacidad productiva cultural de las sucesivas comunidades
que las producen a través de ellas”.
Alejandro
Piscitelli
Nuestro telar ha sido construido
desde las perspectivas de la complejidad, el socio-construccionismo, la
postmodernidad, la Psicología y las nuevas tecnologías comunicativas,
específicamente Internet, y a partir de él hemos empezado a tejer los hilos
invisibles, los ecos que traen a la mano los protagonistas, ecos
institucionalizados, ecos propios, ecos de la cultura y ecos de la familia, y
en ese proceso confeccionar un hipertexto en el que los hilos invisibles,
tejidos con esmero, en cada una de las vidas que tocamos, vayan elaborando un
itinerario, en el cual logremos diferenciar algunas de sus formas y comprender
los significados que los protagonistas han construido de las relaciones
interpersonales que establecen en el Chat, para responder a los objetivos
trazados.
La forma que más nos ha llamado la atención y en la
cual hemos centrado nuestra mirada, es la que propone a Internet como un
pretexto para construir nuevas narrativas, en las que los sujetos se abren a
diversas posibilidades de reconocimiento, tanto de ellos mismos como de los
otros, de modo que el significado de las relaciones interpersonales se
transforma, pues el eje común de quienes las construyen y que es la
identificación de un yo, de una personalidad, se fragmenta, y al fragmentarse
redefine las relaciones. La fragmentación se manifiesta en forma de diferentes
Nickname, que configuran distintas historias posibles de experienciar, cada una
completa en sí misma pero que a la vez forma parte de una historia global, la
de la cibercultura, la cultura y la vida de cada uno, así en diferentes niveles.
El Nickname contribuye a construir un rol y un contexto en la relación, pues
muestra una faceta deseable de vivir con el otro en línea, en la red, en la
cual el rostro no aparece como lo reconocemos comúnmente, éste se muestra como
palabras y sentidos construidos en complicidad a través de una pantalla y un
teclado, como un cuento/historia/juego/aventura que propone el reto de imaginar
mundos posibles, cargados de sentido/emocionalidad, en el que cada cual se
redescubre y recrea su cotidianidad, posicionándose en el límite entre lo real
y lo fantástico, entre lo real y lo virtual. “El verdadero valor de la
red tiene que ver menos con información y más con la comunidad. La
superautopista de la información es más que un simple a atajo hacia todos los libros
de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos. Es crear una estructura
social global, del todo nueva”[3].
Cuando se piensa en las
relaciones mediadas por computadora, se piensa en un universo paralelo, en una
realidad virtual semejante a la de la película The Matrix, en el que los seres
humanos se ven liberados de su corporalidad, virtualidad que se asume como la
verdadera esencia de su ser; tal vez la idea anterior se pueda comparar a la de
Platón, en donde se hace una distinción entre el mundo de las ideas y el mundo
material; el primero es The Matrix o la matriz primaria desde la cual todo
emerge a la “realidad”, el segundo se puede tomar como un reflejo de lo
imaginado, de las ideas de la matriz, en el cual todo es aparente, una burda
copia de su molde original. Así se piensa Internet, así se piensan todas las
nuevas tecnologías comunicativas digitales, en las que la corporalidad parece
esfumarse, dando paso a seres, como afirma Turkle, “cyborg”, con
características y sensibilidades humanas pero en un entorno de máquinas. Lo
anterior ha posibilitado la construcción de una distinción que creemos es el
punto crucial cuando se piensa en una vida en línea, en la red, y es el
establecer dos realidades paralelas que se conceptualizan, como lo mencionamos
antes, como aquella “virtual” y aquella “real”, sin embargo, cada una
constituye un espacio de expresión y construcción de subjetividades, en los que
se recrea una cultura, con símbolos y significados a primera vista antagónicos,
pero que se entrecruzan y dan lugar a nuevas narrativas en las que los
protagonistas se comprenden como múltiples. Como
afirma Piscitelli, “Varias décadas más tarde, la comunicación humana se ha
convertido en el uso más significativo de las redes, transformándolas en un
espacio social. Las redes ya no son meramente herramientas a través de las
cuales nos teleconectamos sino que son espacios donde nos tele-encontramos:
mundos-redes [networlds]”.[4]
En la vida llamada en línea las experiencias
a pesar de no compartir los mismos elementos que constituyen las experiencias
fuera de la red, posibilitan la construcción de relaciones interpersonales a
niveles diferentes, en donde la percepción del otro y de su entorno está
enmarcada por referentes simbólicos que sólo pueden ser comprendidos bajo ese
espacio; la utilización de nombres propios de ese medio, como lo son los
Nickname; el uso de referentes visuales y auditivos que “simulan” la realidad
compartida en la cotidianidad fuera de Internet, como la multimedia; la
cercanía generada, a pesar de la distancia física y del desconocimiento que se
podría tener por la otra persona con la que, en un momento dado, se
establecería una relación por medio del Chat u otras herramientas.
Así, la vida en línea trasciende el computador, ya
que aunque Internet se considera un espacio en el cual intervienen algunos
aspectos electrónicos y técnicos, la forma en que interactúan las personas que
frecuentan Internet, en algunas ocasiones, es similar tanto “dentro” como
“fuera” de la red, ya que los sentidos recreados, construidos y vividos en la
red se traen a la cotidianidad del contacto cara a cara y viceversa. Creemos
que Internet al mismo tiempo que posibilita nuevas comprensiones de las
relaciones interpersonales, comparte el trasfondo de las relaciones cara a
cara, o dicho de otra forma, las relaciones se establecen a partir del mismo
referente dentro y fuera de la red, mediante la idealización del otro, no en el
sentido de lo ideal como perfección sino en el sentido de que se construye una
idea de la otra persona, lo cual implica que de alguna forma, todas las
relaciones son virtuales. De modo que se puede decir que el otro
sí es una fantasía, porque el otro solamente es una imagen del otro, no es el
otro, se tiene una imagen construida del otro y con esa imagen es con la que se
establecen relaciones.
En ese sentido, es importante
señalar que la realidad, tal como se la experimenta, siempre ha sido virtual,
pues se la percibe a través de símbolos que enmarcan las prácticas en
significados más allá de lo estrictamente semántico. Desde esta perspectiva,
diferente a la lógica clásica, es posible comprender el ejercicio comunicativo
en tanto experiencia de lenguaje, como una apertura a la multiplicidad de interpretaciones,
lo que hace que la realidad se conciba como un multiverso en el que coexisten
diversas expresiones culturales, lo que es opuesto a la idea de una realidad
objetiva, inmutable y única, es así como comprendemos el que todas las
realidades humanas sean virtuales, pues como afirma Manuel Castells, “todas las
realidades se comunican a través de símbolos. Y en la comunicación humana,
interactiva, independientemente del medio, todos los símbolos están en cierto
modo desplazados en relación a su significado semántico. En cierto sentido,
toda realidad es percibida virtualmente”[5],
de modo que, cuando la experiencia se enmarca en la virtualidad, no se puede
afirmar que posea menos valor o nivel de “realidad”, a lo que se hace
referencia es a que las dimensiones de lo que se solía llamar realidad han
cambiado, en la medida en que se entienden no como algo material sino como
construcciones simbólicas, un buen ejemplo de ello es Internet, en el que se ha construido un nuevo espacio social que
no responde a las concepciones clásicas de la geometría porque se desprende de
lo concreto y pasa a un nivel puramente mental. En términos geométricos, se
trata de la línea, de la intersección de líneas y del punto de intersección;
ahora bien, tales puntos de intersección al nivel mental constituyen nodos de
sentido, a través del acto comunicativo, que están dados en la red por “puntos”
comunes de interés, en los que se producen las interacciones en tiempo “real”
pero en espacio virtual. Estos cruces de líneas y puntos en el espacio
“concreto”, también son construcciones mentales pero están limitados por dos o
tres dimensiones, en cambio el “espacio” de la red está delimitado por
dimensiones que el navegante construye, es decir por su propia capacidad
creativa, y por las que constantemente se van constituyendo en la comunidad
interactiva. Es decir, la categorización de la realidad “concreta” en tres
dimensiones se redefine por una categorización de realidad virtual, en la que
se construyen otras dimensiones, se
piensa en bits y no en átomos[6].
En este sentido el Chat, que en
su inicio fue pensado como un instrumento de contacto académico, se transformó
en un no-lugar común a todos aquellos que logran construir un sentido de
complicidad e intimidad en lo llamado cibercultura, adoptando diversas formas,
Chat de amigos, Chat romántico, Chat erótico, Chat de poesía, en los cuales se
establece un contexto particular, lleno de intereses y expectativas que sirven
como guía a los navegantes, pero que al final no es la diversidad la que
importa sino el sentido de grupo o comunidad que se construye en el espacio de
lo cyber, que constituyen nada más ni
nada menos la Cibercultura, entendida como aquellos símbolos significativos
entorno a la tecnología digital, en especial Internet, que imponen una
significación particular a la experiencia, diferente a la significación
cotidiana en relación con otros productos culturales; de acuerdo con lo anterior la Cibercultura
puede comprenderse como una colección de productos culturales que existen y han
sido posibles gracias a Internet, y a partir de los cuales se han construido
historias cargadas de sentido, en los contextos interaccionales delimitados por
la intertextualidad digital; como nos indicó Lokko, uno de los protagonistas, “el ciberespacio es el lugar de encuentro de las almas”; así, los
objetivos con los cuales se utilice, ya sea para la mediación entre familiares
y soldados en un conflicto bélico (la operación tormenta del desierto), para
tener relaciones sexuales (cibersexo), como posibilitador de procesos
“terapéuticos”, sólo son formas de una misma práctica cultural, posible gracias
a los medios digitales, fuera de ellos tal vez sería algo inimaginado; pero,
que a nuestro parecer, expresan muy bien la idea de McLuhan, en la que los medios
“moldean” los estilos de vida de quienes los usan, el punto no está en
centrarse en las formas de uso sino en el impacto del medio como tal, y en este
sentido creemos que todo ello bajo la base de la facilidad de uso, que a su vez
provee la capacidad de acercar personas geográfica, cultural y socialmente
distintas, constituyendo así la llamada aldea global que McLuhan soñó hace más
de 50 años.
Este es el entorno en el cual las relaciones
interpersonales se están construyendo, se pueden encontrar distintos relatos
que se entretejen en relaciones continuas y que dan testimonio de sus
protagonistas; por esto, desde una mirada integradora se puede vislumbrar que
se construyen, en el espacio del Chat, hipertextos, narrativas, que de una u
otra forma cuentan partes de una historia multiversal construida con trozos de
cada historia particular, pero teniendo en cuenta que cada parte es construida
a sí misma por muchas voces de una sola persona, en las que emergen la
cibercultura, las voces institucionalizadas y las de las experiencias propias,
siendo allí mismo, en el ciberespacio, en donde para nosotros se evidencia la
multidimensionalidad de la identidad de los sujetos, ya que cada parte de esa
historia construida es de hecho una mediación de cada Yo, de cada rol que el
“mismo” sujeto recrea; con lo anterior queremos decir que cada persona es
constructora de la historia y así mismo de las suyas en particular, pero en la
elaboración de cada relato participan diversas “manos”, en su confección, ya
que cada protagonista de las historias tiene variados papeles que cuentan una
pequeña parte de la misma.
En este caso, para Lokko, Andrea18 y Matute es claro que esa situación no es
un inconveniente, sino la posibilidad perfecta para conocer “realmente” quien
es la persona con la que se está interactuando, cambiar de Nickname se
convierte entonces en una posibilidad de jugar a lo que se quiera, sin que esto
implique que la reflexión moral no sea tenida en cuenta por los navegantes, el
cambio de roles y de género no es connotado como una mentira ni como un engaño,
en este sentido se puede decir que la comprensión de lo ético cambia en ese
espacio, de manera que resulta importante que en la interacción las personas no
se sientan agredidas, a este respecto, para Vala resulta inaceptable la idea de cambiar de Nick, quizás porque
para él son muy importantes las características con las que ha construido su
participación en la red, manteniendo una identificación estable, usando un solo
Nickname, cambiar implica, como él dice, volver a crear un círculo de amigos,
además esa postura también tiene que ver con lo cristalina que él cree es su
participación en el Chat, de manera que la posibilidad de identificar sus
múltiples identidades es una opción un poco más difícil en él.
Es por ello que detrás de cada Nickname no sólo se
“esconde” una persona, sino que es expresada una historia de vida que involucra
a diversos personajes, que ya sean “virtuales” o “reales” nos muestran al ser
humano en su dimensión de escritor y protagonista de sus mismas historias, así
como de otras más globales, como la cultura y/o la Cibercultura, la cual puede leerse y dicha lectura por sí
misma da cuenta de lo social y los comportamientos individuales. Se nace a una cultura, afirma Néstor Noreña,
nosotros creemos que se renace a la cibercultura, pues cada cual inventa su
Nick y con él un guión que complemente su “vida real”, que le sirva como un
alter ego desde el cual referenciarse, que le indique sus puntos ciegos, con el
cual dialogar, de modo que se plantea una dialógica entre sus diversos
personajes, en la que se escribe la novela de su propia vida. Es
decir, que el sujeto, por definición, es compuesto, la relación entre lo
particular y lo colectivo reside en el corazón de la identidad, puesto que la
identidad no se puede concebir sin la alteridad. Entonces, nuestro diálogo
tiene una estructura constitutiva semejante a una red, de modo que un tema
nuevo se puede entretejer en la dinámica discursiva, lo que se da a conocer en
cada momento no sólo hace parte de una realidad social que se co-construye en
ese instante sino que sirve como indicio, entre interlocutores, para los
relatos que posteriormente se vayan entretejiendo; esto en Internet se da con
otros y entre los personajes que cada cual recree.
En el Chat no hay referencias
personales fijas, no existe un cuerpo que me identifique y sirva de referencia
a los otros, se puede ser quien se desee ser, ya que fuera de la pantalla el
reconocimiento y la aceptación del otro como sí mismo, con su identidad, está mediado
por el “rostro”; así, en el Chat el cuerpo es reemplazado por el Nickname, pues
éste agrupa lo que se cree la “persona es”, y que es mantenido dependiendo de
la aceptación de los otros navegantes, entendida como el acuerdo entre
navegantes explícito o implícito en el que se define que en ese espacio dicho
personaje puede ser vivido o recreado. En el contexto cara a cara también
sucede lo mismo, aunque es más difícil asumir diferentes maneras de mostrarse,
a parte de la pequeña gama que se le atribuya como viable a determinada
persona, pero sin embargo las rotulaciones que se hacen de las personas se
asocian a su imagen, lo cual las hace muy duraderas, tan estables como la
imagen corporal o más y esto porque siempre que se piensa en alguien se piensa
en su imagen, en cómo se ve, que según la idea occidental es lo que nos
diferencia, “no hay dos personas iguales en el mundo”, y que generalmente se
atribuye a los genes, generalmente nadie, cuando se le pregunta por otra
persona, responderá con una descripción no física, es más frecuente escuchar
una enumeración de su físico.
Puede decirse entonces que en
las relaciones cara a cara, las formas en que las personas se relacionan entre
sí suelen estar influenciadas por los rasgos observables como la edad, el sexo,
la ropa, etc., rasgos que permiten construir una representación que va a
determinar la expectativa sobre la conducta del otro, al equipararla con
aquellos que comparten características observables similares. En el Chat, los
rasgos observables se reducen a lo que los navegantes quieren revelar de sí
mismos, el otro se convierte en un conjunto de palabras; según Pilar Llácer en
el ámbito de la comunicación en línea, “la cuestión no está del todo en
determinar si quien nos habla a través de la pantalla es quien dice ser, sino
en si el personaje que recrea tiene la suficiente fuerza como para evocar en
nosotros la sensación humana del otro”[7].
En el pasado se consideraba a la
piel como un límite entre el alma/el Yo y el mundo. Sin embargo, en las
sociedades mediadas por la tecnología, la piel como límite se estrecha y se
hace permeable, perdiendo así su función como barrera; en cierto sentido, el
cuerpo se ha vuelto “obsoleto” en el entorno mediático de las computadoras, que
ha creado, o mejor, se ha virtualizado; se han creado máquinas y tecnologías
más precisas y rápidas que el cuerpo humano, redefiniéndolo, reinventándolo.
Esto sin duda alimenta la idea,
para los navegantes, que se están relacionando con la esencia del otro, con su
alma, pero no se dan cuenta que es la máquina la que “esconde” el cuerpo, éste
siempre está presente pero no es visible, se ha posibilitado la tele-presencia,
que en el caso particular del tipo de Chat que abordamos en la investigación,
es a partir de palabras escritas. Así, las relaciones se dan en sentido opuesto
a las del espacio cara a cara, primero el cuerpo y luego lo que piensa, aquí es
primero lo que piensa y luego el cuerpo; la máquina ha reemplazado nuestro
cuerpo en el establecimiento de relaciones, éstas son mediadas por la
computadora, lo antes analógico como el tono de la voz, la postura corporal y
los gestos, es ahora digital, es comunicado por lo escrito, por palabras
“muertas” en una pantalla, la llamada era digital penetra en lo social y no
solo como tecnología, sino como estilos de vida y en este caso formas de
relación mediadas por la computadora. Entonces, la relación cara a cara ya no
es imprescindible para construir un espacio público en el que se recree la
cultura.
Así, podemos decir que el Chat
permite construir mundos de significación diferentes que responden a un sin fin
de realidades en las que las personas nos movemos y participamos de acuerdo a
nuestras expectativas y los futuros posibles construidos. Se plantea que al ser
un medio nuevo, las relaciones varían de forma significativa, sin que esto
signifique que van a ser más lejanas o frías. La relación que se establece
entre el chateo y el juego, muestra las configuraciones del ciberespacio como
más cercanas a nosotros de lo que en ocasiones creemos.
Para los protagonistas las
interacciones se constituyen en el mapa por el cual adquiere sentido chatear.
Es posible que piensen, aquellos que no han tenido la experiencia de chatear,
que, en general, las relaciones establecidas son connotadas por sus protagonistas,
al no existir contacto físico, como un vínculo afectivo “superficial”, a
diferencia de las relaciones cara a cara. Sin embargo, en algunos casos se da
lo contrario, pues el carácter diverso de los contactos en la red, pueden
variar desde la intimidad de pareja hasta la sociabilidad “coprolalica” con
diferentes personas.
Pero, entonces ¿Cuál es la diferencia entre las relaciones
mediadas por computadora y las relaciones cara a cara?
De acuerdo a lo relatado por los
protagonistas, la primera diferencia apuntaría a la búsqueda, a la aventura que
supone no tener una referencia corporal del otro, lo cual invita a la
imaginación a desbordarse, a salirse de la cuadrícula de lo común, lo
institucional, lo repetitivo; en este sentido, Lokko nos comenta que “las
personas, generalmente una persona que entra ya está mamada (acentúa) de
su círculo social o sus amigos ya no le aportan nada y entonces decide probar
nuevas experiencias”[8],
por su parte Vala sugiere que “entra uno a la goma de charlar con la
persona a ver que lo que... quién es, qué hace, todo el cuento, y ahí se le va
a uno yendo el tiempo poco a poco, cuando se da cuenta está uno engomado...[9],
es como una aventura, sí?, como conocer
uno a una persona que nunca ha visto, entonces es la aventura de estar uno
escarbando, escarbando, escarbando, sí?, entonces para mí tiene un sentido de
aventura...”[10]. Lo
segundo, y que se relaciona con lo anterior, es que al no ser “identificado en
un patrón fijo” como es el cuerpo (más o menos fijo en tanto que la
representación que yo construyo del otro puede variar en relación al tiempo y a
los vínculos que se establecen) puedo mostrarme como quiera, sin necesidad de
justificarlo, pues la unidad se rompe en la medida en que la referencia que
identifica es un Nickname, que es tan variable como lo desee quien lo usa;
nuevamente las palabras de Lokko nos
ilustran sobre lo anterior, “ese
anonimato que brinda el Nickname hace que pues uno a veces termine
desenvolviéndose de otras maneras que uno en una situación física real no
hubiera sido capaz de hacer”[11],
bajo la soledad y el anonimato, que proporciona el Chat, cada uno puede
experimentar con conductas o situaciones que en la vida cotidiana del contacto
cara a cara quizá no contemplaría en primera instancia, por la connotación
social que fuera de la red se ha construido de éstas, pero al darse cuenta que
es posible hacerlo, quizás se atreva a llevarlas a cabo en su cotidianidad, en
las relaciones que mantiene en el contexto cara a cara. Todo esto implica, como
en cualquier proceso comunicacional, un compromiso que, como en la vida real,
cada cual asumirá en mayor o menor grado pero con la posibilidad, en este caso,
de escudarse en el anonimato. La tercera es la familiaridad y la cercanía que proporciona
una palabra agradable y el disgusto y molestia de una desagradable, en fin,
extremos intensos que salvan la distancia y “frialdad del teclado”, pues la
imagen del otro siempre está en uno, ya sea que la palabra provenga de Japón o
de una persona que se encuentre al lado, de forma que el computador en sí se
trasciende, persona y máquina son uno, y en cuanto a cercanía se trata, es una
ventana más para mirar... en sí la intensidad emocional posibilitada por las
palabras puede fundamentarse en la idea de que al no poseer un referente
físico, se accede directamente al pensamiento “puro” o a los sentimientos
igualmente puros, de su autor, son objetos manipulables que dan cuenta de su
creador, que puedo conservar, a diferencia de la voz, que al perderse en el
espacio no se puede retomar, su tono, su ritmo, se pierden, no así con la
palabra escrita, su ritmo y su tono permanecen en el destinatario, y son fuente
obligada si se quiere pensar en el remitente, como una carta de la persona
amada, se tiene esa impresión de exclusividad y de poder acceder a lo más
íntimo del otro, y por otro lado, el caso contrario no representa mayor
problema, pues “fueron sólo palabras”, “el papel aguanta todo”, en este caso la
pantalla y el teclado, tal parece la relación dual de la palabra escrita en el
Chat y las relaciones interpersonales.
La relación cara a cara
determina, en el modo de relación con el otro, unas obligaciones y unas normas
“básicas” para la interacción; con la aparición del ciberespacio y la
comunicación a través de Internet, estas normas y obligaciones pierden su
vigencia y con ella, la conexión con las estructuras sociales básicas de
interacción, como la presencia física y el rostro del otro, y por ende la
percepción del mismo; así, la capacidad de reconocer al otro queda “suspendida”
en un espacio donde no se sabe con certeza a quién corresponder ni por qué
hacerlo. En este sentido, los valores humanos, se revalúan, de forma que las
connotaciones morales y éticas reconstituidas, le otorgan al sujeto autonomía
frente a su cumplimiento, en aquellos espacios donde el anonimato lo oculta,
como el ciberespacio, pues aunque el valor sea el mismo su cumplimiento ya no
depende de un castigo.
Puede decirse entonces, que la interacción
mediada por una pantalla y un teclado no acaba con la responsabilidad sino que
la redefine. Estamos ante una sociedad en la que la responsabilidad se ha
fundamentado en el castigo, en el hecho de que quien comete el acto sea
identificado, por lo que el anonimato de la red hace que esto sea posible sin
consecuencias, así que la visión es apocalíptica, oscura, para quienes
defienden los aspectos éticos desde esta visión, Internet es la misma imagen
del mal; por nuestra parte, creemos que esto se fundamenta en una visión
incompleta de lo que puede ser la responsabilidad, que es entendida como el
realizar actos que no conlleven consecuencias negativas y que puedan ser
identificados por otros a la vez que castigados, lo que tendrá que redefinirse,
pues el anonimato planteado deja en tela de juicio esta perspectiva, dado que
la identificación del “culpable” es casi imposible, así el derecho, como campo
objetivo, a la búsqueda del “cuerpo del delito” se queda sin fundamento, por lo
que el ciberespacio, es decir, espacio sin cuerpos visibles, aparta de la
acción el nivel material, esto sin duda es la gran preocupación que manifiestan
los gobiernos de todo el mundo respecto a cómo legislar las acciones en el
ciberespacio, y a la vez se enfrentan a otro gran problema que es el de regular
con leyes locales lo que es de carácter global, pues Internet no reconoce las
fronteras.
Ejemplo de dicha preocupación es
lo que afirma Negroponte “En la próxima década, habrá casos en que la propiedad
intelectual será violada y nuestra privacidad invadida. Sufriremos el
vandalismo digital, la piratería del software y el robo de datos. Y, lo peor de
todo, seremos testigos de la pérdida de numerosos puestos de trabajo a causa de
la automatización total de sistemas, que pronto transformarán el trabajo
administrativo de la misma manera en que ya ha transformado el trabajo fabril.
El concepto de ‘empleo vitalicio en una sola empresa’ ya ha comenzado a
desaparecer”[12].
No obstante, se plantean normas
de comportamiento (netiqueta) que pretenden ser indicadores de la conducta
apropiada en la red, para lograr ser así un cibernauta “grato” en la comunidad
virtual, algunas de ellas son: compórtese igual que en la vida real; pregúntese
¿soy capaz de decirle a la persona en la cara lo que le estoy escribiendo?; le
debe ser fiel a su pareja virtual, no debería hablar cariñosamente con ninguna
otra persona porque eso, bajo la ley de la red es considerado deshonroso; cada
comunidad tiene sus propias reglas, por ello al entrar a una pregunte cuáles
son y sígalas[13]. De esta
forma, la cibercultura se constituye para los navegantes en el horizonte de
sentido en el que a través del lenguaje se construyen normas para “nombrar y
definir la realidad mediante representaciones que modelan y modulan el sentido
del ser, del estar, del poder y del parecer”[14];
según Maturana, “la cultura es aquella red de
conversaciones que definen un modo de vivir, un modo de estar orientado en el
existir tanto en el ámbito humano como no humano, e involucra un modo de
actuar; un modo de emocionar, y un modo de crecer en el actuar, a partir de los
procesos de sedimentación (la fundamentación de la memoria colectiva), los
vínculos sociales (propician el arraigo, el sentido de identidad, los vínculos,
la relación con el lugar, con el espacio social, con la comunidad), y la
innovación (responder a los cambios que la sociedad demanda y enriquecer el
tejido social que conforma la cultura)”[15].
De esta forma, podemos decir que
los sujetos se crean en relación con los elementos culturales, normas,
prácticas sociales, establecidos por el grupo social al que se pertenecen.
Entonces, los sujetos son lo que son debido a la cultura lingüística en la que
crecen y la posición que asumen con el lenguaje en la comunidad a la que
pertenecen, en ese sentido, el individuo además de ser una construcción
lingüística es una construcción social. De manera que, las formas como se da
sentido y como se actúa se fundamentan tanto en la historia, a través de los
discursos construidos, como en las prácticas sociales[16]
vigentes.
El siguiente comentario, hecho
por una cibernauta que visitó nuestra página, ilustra claramente la reflexión
que realizamos anteriormente respecto a la construcción del otro en las
relaciones en la red.
“Implica construir una realidad diferente a través de la práctica del
chateo. En este sentido chatear es toda una aventura que implica que tú no
adquieras o necesites algún tipo de responsabilidad, hasta puedes utilizar el
anonimato para protegerte y fingir que eres otra persona, ya que puedes jugar a
desempeñar diferentes roles; sin embargo, cuando he utilizado el Chat lo hago
diciendo la verdad en torno a quien soy por es mas fácil decir lo que eres que
ponerte a construir una historia coherente. Sin embargo cuando tu estas en el
Chat al principio te despierta la curiosidad pero llega un momento en el que te
gustaría tener algún contacto con la persona con la que estas comunicando y me
refiero a contacto físico conocer su rostro y sentir su presencia, ya que
realmente tiene sus limitantes por que se pierde el gusto por ejemplo yo no
puedo imaginarme un beso o un abrazo cibernético, solo pensarlo me produce
escalofríos. De igual forma como observar el lenguaje no verbal, tal vez si
tengas cámara de vídeo verás algunas imágenes pero donde quedan las sensaciones
que se producen cuando tu estas en contacto con otra persona, bueno uno podría
decir que si es buen escritor tal vez genere en el otro sensaciones pero la
verdad se pierde el encanto cuando lo que ves ante ti es una pantalla de computador.
Es interesante cuando conoces a la persona en el Chat sin embargo como este
espacio (si se puede denominar así) esta marcado por el anonimato tu realmente
no sabes con que clase de persona te vas a encontrar así que la aventura
termina una vez te desconectas del Chat dejas de existir para este lugar”[17].
De acuerdo con lo anterior, se
evidencia entonces, que para algunas personas chatear es entrar a una dimensión
diferente, en donde si bien el sujeto construye su realidad, para esta
cibernauta la suya está fundamentada en la responsabilidad, honestidad y
contacto físico en las interacciones; así, el reconocimiento del otro está dado
en la participación “real” de éste en el mundo de significación de este
navegante, de acuerdo con ello, la realidad en el Chat tiene un inicio y un
final limitado por lo escrito y el anonimato. En el Chat yo existo a partir del
Nickname, entonces el anonimato me permite ser otro en una realidad paralela,
puedo ser otro sin asumir la responsabilidad de ello. La presencialidad se
convierte en parte importante de la relación, generalmente cuando son
connotadas como “de pareja”, ya que aunque chatear se considera como una
aventura, se espera que la relación que se entable trascienda este contexto,
por ello el establecer relaciones denominadas cibersexo, no es admisible, ya
que el contacto mediado por el computador se connota como frío y socialmente
inadecuado, lo que en una primera aproximación genera sensaciones diferentes
que en el contacto cara a cara, en la cual gran parte se da por el contacto
corporal. De manera que la idea de contacto sexual se redimensiona, en donde la
cercanía física no es fundamental, ya que ésta puede ser simulada por la
palabra escrita, de forma que la concepción que se tiene de lo sexual en los
personajes asumidos puede variar hacía la idea general de género, en donde los
componentes que hacen que una persona pertenezca a un determinado grupo sexual
–homosexual, heterosexual- varíen, acercándose al concepto de multigénero, en
la cual no se da la necesidad de limitarse a estructuras predefinidas
socialmente.
“Bueno, la verdad es que nunca he tomado los servicios de la red, en
especial el Chat, como algo serio, siempre ha sido un espacio de diversión y
desestress, visto desde ese punto, las situaciones como cambio de genero y
compromiso en las "ciberelaciones" me han tenido sin cuidado, igual
puedo ingresar con Nick de niña y no me siento cambiando de rol
"real", es más lo he hecho en presencia de personas de poca confianza
y no genera el malestar que podría generar el asumir una posición así
personalmente. creo también que el Chat permite evocar el libertinaje de ideas
desde el anonimato, pero poco a poco se van asumiendo posiciones y afinidades
que rechazan y desde cierto punto discriminan, así uno ya conoce ciertas
‘reglas’”[18].
En síntesis, la ausencia de
límites físicos y temporales en el Chat facilita la comunicación ilimitada en
la que la interacción está mediada por el anonimato, el poco compromiso y la
autonomía total de expresión. Por ello el cambio de género y rol son posibles y
justificables, ya que desde un punto de vista “todos jugamos a eso” (en el
ciberespacio), sin embargo la importancia que representa tener este contexto
está dada por la oportunidad de hacer lo que se quiere, realizar las expectativas
que se tienen, desahogarse, insultar, tener cibersexo, etc. Y, aunque se pueda decir que Internet es el
espacio de agrupación del futuro, pensamos que hay espacios de encuentro
cotidiano, como lo son el café, el bus, el parque, entre otros, en donde el
contacto interpersonal toma características que hasta el momento no pueden ser
“simuladas”, ya que la cercanía física posibilita otra clase de proximidad.
En cuanto a otros medios de
comunicación como el teléfono, éste parece ser algo más personal, más familiar,
tal vez se siente que excluye la posibilidad del engaño, de la ambigüedad, la
voz como parte de la comunicación a nivel analógico, en alguna medida da cuenta
del otro, su tono, su timbre, sonido que evoca algo, da pistas, certezas y
preguntas, algo similar pero significado como más cercano que el Nick.
Es así como, el Chat posibilita
la construcción de múltiples realidades en las cuales el navegante puede asumir
vidas paralelas, donde el cambio, de roles y género, es una oportunidad
“lúdica” de explorar y establecer relaciones, constituyéndose en un permiso
social para no comprometerse con el otro (en términos de honestidad,
responsabilidad, respeto, etc.). Entonces, para los protagonistas, ¿asumir un
género diferente en el Chat significa asumir otra orientación sexual en la vida
real?
“No creo que se pueda asumir un género diferente en la red. Es decir, o
se es mujer u homosexual en la red o fuera de ella. El resto sería una comedia,
una farsa. No creo que se pueda establecer una doble moral en esto”.
De acuerdo con esto, la unicidad
de la identidad es una característica de los significados culturales respecto a
cómo “ser individuo” o persona, estrechamente relacionado a la forma como el
sentido común interpreta las viejas teorías psicológicas de la personalidad, no
obstante esta postura, creemos que ser parte de esa comedia, configura nuevas
connotaciones a la identidad del ser humano.
Es importante tener en cuenta
que a parte de las posibilidades personales que permite Internet, se puede destacar
la perspectiva que se le da a éste como una ayuda desde lo profesional, ejemplo
de ello es la opinión de esta cibernauta en la página Web a propósito de la
pregunta ¿Internet siendo un medio de comunicación se podría convertir en una
limitante para establecer relaciones interpersonales?
“Yo creo que no. De hecho, creo que las facilita. Finalmente, tú quizá
nunca podrás ir a China a hablar con una persona a la que conociste en la red y
complementó tu vida profesional. Y si estamos hablando de una relación
sentimental, nunca podrás casarte con alguien virtual”.
El Chat entonces, se toma como
un sinónimo de permisividad, exploración y libertad sin límites. Podemos decir,
que el ciberespacio es el “patio de juegos” de la postmodernidad. Lo que quiere
decir que en este medio algunas de las características que se atribuyen al
pensamiento postmoderno se evidencian con la utilización de las tecnologías
informáticas, como lo es Internet.
En este sentido, Internet posibilita
que la cibercultura, desde sus características, esté constituida por las
múltiples configuraciones propias de la llamada “era digital”, para acercarse a
esta construcción es importante tener en cuenta las diferentes narrativas que
construyen los navegantes en relación con este fenómeno, en ese sentido vemos
que cada protagonista asume diferentes configuraciones, que muestran algunos
elementos comunes con otros. De forma que las narrativas construidas con cada
uno nos muestra que:
Para Lokko, su gusto por los computadores no sólo se relaciona con lo
tecnológico o con su carrera profesional, pero sorprende la contradicción,
cuando él manifiesta que el computador es como una extensión suya, y que le
permite expresar aquello que no puede en otras circunstancias, tal como el
pintar, el dibujar, respecto a lo cual se siente inadecuado, que no tiene
talento, pero que es compensado con el computador, que lo potencializa y amplía
sus capacidades, lo que a su vez se relaciona con la forma como él visualiza el
ciberespacio, como “un espacio en el que deambulan almas”, pues cree que allí
cada uno es lo que es, no puede esconderse tras un género o un cuerpo, ni tras
sus bienes y pertenencias, se está allí tan solo con “lo que se es”, nosotros
pensamos que también con lo que se quiere y lo que se puede ser.
Las relaciones que se establecen
en Internet se hacen con el alma, la esencia del otro, por ello en un primer
momento no importa saber las características físicas de la persona que está al
otro lado de la red, sólo cuenta la utilización del lenguaje y el papel que
pueda llegar a jugar la imaginación en estas relaciones hipermediadas. Además, encontramos una relación con su
autoconcepto y las posibilidades que él piensa le proporciona el Chat, como él
mismo lo sugirió, puede ser él mismo y mostrar su personalidad, sin su cuerpo,
que él considera “no atractivo” o “interesante a las mujeres”, mostrando así su
“belleza interior”, parece decir que con el Chat su cuerpo no es más un
impedimento, porque éste se virtualiza, se expande hacia la red, toma su
dinamismo haciéndose múltiple al tener la posibilidad de estar tele-presente en
diferentes espacios a los que se les ha deslocalizado; con esta corporalidad
reinventada, él sugiere implícitamente que el
Chat le permitió trascender esta dificultad e incomodidad con su imagen;
llegando a la conclusión que él sí es valioso, que su “interior” sí tiene algo
que mostrar; tal vez otros también han logrado resolver sus dramas a partir del
Chat o de Internet, lo cual lo hace un medio para la experiencia “terapéutica”,
en cuanto permite recrear la propia historia, objetivarse en los textos en
pantalla para tomar distancia, facilitando así procesos autoreflexivos y de
cambio. Sin embargo, los mismos avances tecnológicos plantean una paradoja, una
relación dialógica ante la cual es difícil anticipar algo, pues, mientras el
cuerpo se virtualiza y se hace múltiple en la red, interconectándose con el
mundo mediante la tele-presencia, por otra parte se logra descifrar el Genoma
Humano o mapa del código genético, con lo cual el cuerpo se pone en primer
plano; sin duda, el cuerpo se hace invisible a partir de la tecnologías
mediáticas, pero a la vez esta virtualización nos muestra otras imágenes, en
este caso en la forma de “código de la vida”, se esconde a la vez que se
proyecta de manera imponente.
Vemos que este protagonista pone el limite de lo
real y lo virtual en la confianza que se puede establecer en el Chat, pero la paradójico
es que en su relato manifiesta no encontrar en el Chat dicha confianza así que
de acuerdo con lo anterior el límite mencionado no se encontraría en su
experiencia. El computador y la vida en la red le han permitido desarrollar
talentos, en la vida virtual él puede expresar más fácilmente su interés
artístico mientras que en la “vida real” no ve la posibilidad de desarrollar
estos intereses artísticos o habilidades en las relaciones interpersonales, de
modo que tales diferencias le han permitido resignificar la imagen de sí mismo,
es decir que las vidas conceptualizadas como virtual y real se retroalimentan y
permiten una nueva comprensión al protagonista.
Se tiende a pensar que las
relaciones en el Chat o virtuales, para abarcar también el correo electrónico y
otras formas, son con la esencia de la otra persona, porque no hay una
referencia física, entonces la persona tiene la posibilidad de cambiar,
mientras que cuando se conoce el físico, la persona ya es el físico; es decir,
la referencia al recuerdo está en el físico, está en una apariencia, entonces
la idea de las relaciones en el Chat es que se pueden conocer otras cosas, lo
que piensa la persona “en profundidad”, lo que siente, lo que podría llegar a
ser si quizás no estuviera en ese cuerpo. “Yo
no creo en el cuento de que la niña rica se enamore del tipo pobre,... No de ninguna
manera”[19]. Esta
representación social de Lokko
parece manejar la creencia de que la desigualdad social no cabe dentro de una
relación en el espacio real o contexto cara a cara, mientras la relación
conserve su carácter virtual es posible mantenerla.
Lokko ve el ciberespacio como un mundo de posibilidades, que
van desde el establecimiento de relaciones interpersonales hasta la consulta
infinita en una superbiblioteca. Además, él encuentra que lo cibernético no se
refiere solamente al entorno dentro de la red, sino que puede evidenciarse
fuera de ésta, en contacto con su computador por ejemplo; de esta manera Lokko ha encontrado que en la relación
hombre-máquina pueden construirse nuevas facetas de la persona, a partir de
encontrar nuevas aptitudes o potencializar recursos de los cuales no se pensaba
se tenían; de esta forma él ha desarrollado la representación gráfica de su
mujer ideal, la cual no ha sido posible encontrar en su cotidianidad, y
haciendo uso de una habilidad que desconocía tener, como el dibujo por
computador.
En cuanto a Vala, su interés por Internet no se dirige a buscar aventuras o
romance, aunque él defina el navegar como una aventura, más bien él lo asume
como posibilidad de conocer algo más sobre la tecnología y sobre la vida de
otras personas, su cultura y sus países. Esto sin duda cambia el panorama,
puesto que para los otros protagonistas es claro el interés en conocer, tal
vez, a una persona significativa desde el punto de vista de una relación de
pareja; sin embargo, queda el interrogante sobre si esto es solo una cortina de
humo levantada desde los prejuicios sociales respecto a que una persona como
él, casado y con hijos, no se "ve bien" haciendo cosas de joven, tal
vez se le podría señalar como un "viejo verde", de hacerlo; creemos
que en parte el chateo ocupa una posición de íntimo y privado. Lo anterior nos
sugiere que virtualidad y realidad forman una amalgama difícil de separar, tal
vez imposible, pues confluyen intereses de uno y otro mundo; sin embargo, desde
la descripción de Vala, las
relaciones en el ciberespacio sí parecen diferenciarse de las del contexto cara
a cara, porque él las plantea como una búsqueda o indagación detectivesca, como
un seguimiento de indicios para acceder a un conocimiento más
"íntimo" de la persona, búsqueda, desde luego, llena de giros y
aspectos inesperados que bien pueden equipararse a una novela policiaca, es
decir, el relacionarse por el texto escrito propone un reto a la imaginación,
en el que el otro es recreado por un juego fantasioso que, de acuerdo con la
experiencia de Vala, se formaliza y
se rompe una vez se conoce físicamente a la otra persona, ya sea por foto
digitalizada a través de Internet o cara a cara, aunque la ruptura es más
factible en el segundo caso.
Esta postura asumida por Vala constituye una metáfora del rol de
“investigador” que hace parte de su mundo, de la realidad que él ha construido
en el Chat, lo que se relaciona con lo que Bruner propone al hablar de roles y
mundos posibles, “los relatos definen la gama de personajes ortodoxos, los
ambientes en los cuales actúan, las acciones que son permisibles y
comprensibles. Y así brindan, digamos, un mapa de los roles y los mundos
posibles en los cuales la acción, el pensamiento y la definición del self son
permisibles (o deseables)... no puede suceder nunca que haya un self
independiente de la existencia histórico cultural propia”[20].
Relacionado con lo anterior, Vala ve al chateo como una forma de hacer amigos y para ello se
transforma en un investigador para poder explorar lo que cada persona guarda
más allá del entorno de la red. Contrario de lo que pasa en los contactos que
entabla fuera del espacio de Internet, que de acuerdo a lo que manifiesta, sólo
tiene un amigo. En este punto, pensamos que tal vez las experiencias y
expectativas de una persona en el espacio de la red y fuera de éste son
diferentes, o muy diferentes, ya que se asume esta relación, con el otro y
consigo mismo, como el encontrarse con algo perdido o como reencontrar algo que
se desconocía poseer. Pues, tales expectativas parten de una experiencia en la
que el cuerpo se encuentra desplazado, oculto por las palabras de un texto
digital, así que la visibilidad del otro, en contraste con la relación cara a
cara, se ha transformado, lo cual implica que aquello que invita y convoca al
otro, que lo engancha en la interacción está despojado de los referentes
analógicos del cuerpo y en este sentido las competencias narrativas/comunicativas
constituyen el punto clave del vínculo, en todo el sentido las palabras
acarician.
En cuanto al cibersexo y las
relaciones con mujeres dentro y fuera de la red, Vala se muestra prevenido con sus comentarios, con lo expresado
acerca de sus vivencias, centrado y conciso en las respuestas y en ocasiones
con una postura de protección, asumiendo todas las preguntas y comentarios como
dirigidos a explorar su vida, sus secretos más íntimos, tratando de no
involucrarse, como si hubiese trasladado el contexto del Chat, que él considera
de exploración, a esta conversación, ya que al asumir esta postura, la de
“investigador-detective” en el Chat, siente que tiene el poder de indagar
acerca de la vida de los demás, pero al hacerlo nosotros siente amenazado su poder
y se muestra evasivo a las preguntas; lo cual también tiene que ver con el
prejuicio acerca de los psicólogos y la Psicología, quizás su prejuicio frente
a los psicólogos pudo estar dado al vernos como unos "visionarios",
como magos con poderes para ver más allá, de evidenciar lo oculto, así se
explica su prevención y su forma precisa de responder, como si no quisiera
dejar cabos sueltos, aclarando hasta el último detalle, no dejando algo a la
imaginación o especulación; de acuerdo con esto creemos que si esta
conversación se hubiera realizado vía Chat él se habría mostrado totalmente
diferente, habría sido menos evasivo, puesto que el anonimato físico le hubiese
permitido asumir el rol de explorador sin sentir que podría perder el poder, es
así como el hacerse visible físicamente frente a nosotros se convirtió en un
impedimento para que recrear con nosotros sus historias y experiencias
construidas en el contexto de la red. Relacionado con lo anterior, presentó una
gran dificultad para descentrarse y hablar de su experiencia desde un punto de
vista general, en este sentido, para él no son claras las posibilidades de
cambio de roles y de género que pueden darse en el Chat, él está centrado en
una perspectiva de la "realidad", desde la idea de lo concreto, lo
inmediato, lo material y le es difícil pensar en el ciberespacio y lo virtual,
a lo cual se refiere como espacio no presente, no físico, pero le da una
connotación de mentira, que cuestiona duramente, afirmando que de ese juego de
mentiras no queda nada; él piensa que es una pérdida de tiempo cambiar de
roles, pues piensa ese cambio desde lo material, desde la idea de realidad
"que está allá afuera" y no desde lo abstracto, es decir asumir un
rol alejándose de lo material, a partir de lo cual él se ve a sí mismo como él
mismo en Internet, mostrándose siempre desde el mismo Nickname, lo cual es
paradójico dado que él mismo reconoce que en el Chat se muestra diferente, tal
vez lo que rechaza es la idea de juego, que de acuerdo con su circunstancia
considera no estar en disponibilidad para hacerlo, sin duda un prejuicio que
“alimenta” la idea de que la tecnología es más cercana y accesible a los
jóvenes; una idea que se fundamenta en las “Etapas del Desarrollo”, difundidas
por la Psicología, en las que se tipifican comportamientos para cada edad, así
como expectativas que son validadas cotidianamente por los sujetos sociales y
que forman parte de la cultura Occidental, pero que sin embargo son redefinidas
en el espacio del Chat por la cibercultura, principalmente porque allí las
características asociadas al desarrollo en cuanto a lo biológico no son
visibles. Lo anterior puede dar lugar a experiencias que plantean problemas
legales y éticos profundos, por ejemplo el hecho de que una persona mayor tenga
cibersexo con otra considerada menor de edad; ¿sería esto abuso de menores?,
¿Una experiencia como ésta que influencia tendría en cada uno?; creemos que al
tener en cuenta experiencias como esta la sexualidad debe ser repensada.
De igual forma, la visión de Vala sobre la tecnología y sus posibilidades es radicalmente
diferente de la de Matute, Lokko y Andrea18, pues al parecer es diferente crecer con la tecnología e
ingresar a la tecnología, porque mientras ellos la ven como lo real, la
posibilidad de ser múltiple, él la asume como un recurso, una posibilidad de
exploración pero siendo siempre él mismo, limitado por lo inmediato. A
propósito de la idea de exploración, con la cual Vala representa sus experiencias en el Chat, es interesante ver
cómo él percibe el computador como un amigo que le permite dicha exploración,
además de pasar momentos sin pensar en su cotidianidad, sin preocuparse por
aquello que le molesta, que le tensiona o que es un problema en su vida, y esto
nuevamente nos hace pensar que este medio permite construir otra cotidianidad y
así mismo subjetividades antes no imaginadas, que de pronto la Psicología,
desde el punto de vista de lo normal/anormal ha querido clasificar como
adicción o como escape o un simple medio para servir a propósitos psicológicos
como “mecanismo de defensa”, que puede llegar a niveles de disfuncionalidad.
Hasta ahora, nuestra experiencia nos dice que tal perspectiva dista mucho de la
experiencia de los protagonistas, pues para ellos es más una experiencia
"lúdica" de autoreflexión que un problema, porque les permite
pensarse en forma diferente, posibilitando la construcción de narrativas que,
como ellos mismos dicen, serían imposibles cara a cara.
El protagonista ve que, tal vez
socialmente se connotan algunos aspectos del Chat (cibersexo, relaciones) como
reprobables dado su estado civil y su edad, que le llevan a pensar que no está
para "jugar" en el Chat, para buscar lo que "no está en edad de
buscar"; es muy probable que esta práctica del chateo se organice a partir
de edades, de modo que adquiere diferentes matices, motivo por el cual podría
sentirse inadecuado si experimenta con el cambio de roles o con relaciones
románticas, lo que nos lleva a pensar en la dialéctica entre cultura y
tecnología, que en este caso particular de Internet, en el que también se
construye una cultura, existe un choque en el que su confluencia puede ser más
manejable para las nuevas generaciones ya que desde fuera de la Red sus
comportamientos son vistos como "normales", pues cumplen las expectativas
sociales, y su práctica es aceptada, en cambio a las personas mayores o
consideradas mayores es posible que se les rotule, reafirmando su distancia e
inadecuación en su relación con las nuevas tecnologías digitales como Internet,
sin embargo, la posibilidad de utilizar las nuevas tecnologías y relacionarse
con personas jóvenes en la red posibilita un acercamiento intergeneracional,
debido a que se comparten experiencias entre diferentes grupos de edades,
facilitadas por el anonimato, en el que se hacen invisibles características
como la edad, el sexo, la condición económica y social.
Cabe anotar que, no todas las
personas tienen la posibilidad de acceder a un medio como Internet,
convirtiéndose así en un instrumento “elitista”, aunque puede afirmarse que
ésta es una concepción temporal ya que en un futuro el acceso al ciberespacio
probablemente será más común de lo que es ahora; no obstante esta visión,
creemos que en pro de la convivencia, los límites sociales que antes dividían,
ahora con la utilización de las nuevas tecnologías, ofrecen la posibilidad de
acercarse de forma más clara a la visión de convivencia humana, proporcionando
una visión más global del mundo y más interconectada de todos los seres
humanos.
De acuerdo con esta idea, entra
a jugar un papel relevante la clasificación cultural, respaldada por la
Psicología tradicional, de las famosas etapas de desarrollo, e indudablemente
el rol asignado y normativo para cada persona. En este caso, Vala encuentra la posibilidad de llevar vidas paralelas
dentro y fuera de la red en las que el límite está definido por la normatividad
de cada contexto, lo cual le permite mostrarse en el Chat de forma irreverente
y controvertida; mientras que en el contexto cara a cara se muestra respetuoso
y muy formal. Es así como el protagonista crea pertenencia en el Chat porque se
siente reconocido, ya que su circulo de amigos en el contexto cara a cara es
limitado, de forma que ve la posibilidad de abrirlo en el Chat, en donde ha
desarrollado diversas habilidades sociales y ha construido una imagen de
persona competente en el manejo del sistema, lo que fuera de la red no ha
conseguido.
Con base en lo anterior, pensamos que el tiempo
compartido en línea define la territorialidad y el espacio del grupo, construye
identidad y pertenencia con los otros en el Chat y con el entorno de ese Chat,
a partir de lo cual es posible construir códigos para distinguir entre lo
público y lo privado. Límites/Fronteras que responden al objetivo de los
navegantes de sentirse identificados de formas diferentes a como se les
reconoce en su contexto cotidiano cara a cara, lo cual es favorecido por el
anonimato, expresado en la falta de referencias fijas, como lo puede ser el
cuerpo. Es así como, en el Chat, se buscan perfiles específicos, pues no con
todos se pueden sentir identificados en la red en determinados contextos, sin
embargo el otro es indispensable para el reconocimiento propio, ya sea que se
compartan gustos o no.
Para Vala el futuro de las relaciones entre la tecnología y el hombre,
se centrará en el uso, por parte de la sociedad, de los espacios virtuales, lo cual conducirá a las próximas
generaciones a un estado de “pereza masiva”, lo que asumimos desde lo físico y
no desde lo intelectual; pese a esto la perspectiva que le damos al uso de
Internet está relacionada a la existencia de lugares de agrupación que no van a
ser desplazados de forma tan fácil por la tecnología, convirtiéndose la
“pereza” en una opción de vida y no en una regla.
En cuanto a Andrea18, para referirse a su experiencia en el Chat hace uso de
una metáfora, “es como estar en una fiesta o reunión en la que se conoce mucha
gente”, afirma. Según esta metáfora, en una conversación, en un proceso
dialógico como el del Chateo, se danza con el otro, se encuentra un ritmo y una
melodía para seguir una relación, para construir un contexto relacional de
confianza, de compromiso... que puede ser cambiado en los acuerdos implícitos o
explícitos de la interacción, como en una fiesta “que se respete”, hay personas
ebrias, cansones, solitarios, bailadores, conversadores, espectadores, a ella
la imaginamos como bailadora/espectadora.
En el relato de esta protagonista, al igual que en
los otros protagonistas, es repetitivo el hecho de chatear sola, como algo
privado, por la preocupación por ser señalados o descubiertos, o simplemente
ser sorprendidos en su privacidad, ¿qué
es lo privado que en el chateo se vuelve público, pero que con sus allegados no
comparte porque es íntimo, privado?. Creemos que la importancia de la privacidad
al chatear se relaciona con el no romper con la imagen construida en el
contexto cara a cara, con aquella forma en que es identificada la persona por
sus familiares y amigos cercanos, pues esto llevaría a comentarios como “no
conocía esa faceta tuya” o “me sorprende que te comportes de esa forma”, tal y
como le sucedió a Matute con su
hermana mayor. Esto claramente es un indicador que nos plantea que la identidad
es una construcción social que se mantiene a partir de acuerdos
implícitos/explícitos con aquellas personas con las que se interactúa.
Retomando la relación público/privado, observamos que lo que se connota como
público en el Chat cambia a privado en el contexto cara a cara, los
protagonistas se esfuerzan por mantener la línea divisoria entre lo virtual y
lo real, pero sin embargo esta línea pronto desaparece y ambas vidas se
fusionan, lo que plantea la paradoja entre lo público y lo privado, pues en una
sociedad medida lo privado se hace público y lo público privado, lo cual se
hace patente en la película The Truman Show, o en la misma red con las páginas
que ofrecen imágenes en tiempo real de personas en su hogar o trabajo, en las
que se hace visible lo cotidiano, los pequeños aspectos de la vida de cada uno,
que antes eran considerados intrascendentes y ahora son foco de la publicidad y
el seguimiento social. De acuerdo con lo anterior, lo compartido en la
cotidianidad del contacto cara a cara, como la imagen física, se considera hace
parte de lo privado en el contexto del Chat, ya que no a todas las personas se
les permite tener acceso a esos referentes personales, de la misma forma
aquellas cosas consideradas privadas en el trato diario con la gente, como lo
es la forma de pensar, las actividades diarias, toman carácter de publico
cuando se establece una relación con el otro en el Chat, ya que se convierte en
lo único –a parte del Nickname- que me identifica como diferente en este
contexto.
Andrea18 se muestra centrada en las responsabilidades,
cumplidora de sus deberes y poco dada a la fantasía; al parecer esto se
relaciona con el rol que desempeña al interior de su familia, en el que asume
el cuidado de sus hermanos menores, por lo que siente que debe ser un buen
ejemplo para ellos, así que se muestra como el modelo a seguir. Por otro lado,
hemos percibido que en el espacio de chateo ella asume otra postura, más
relajada, se da permiso para imaginar y fantasear, en dicho espacio no se
muestra fuerte o autosuficiente, allí es más “una niña”, busca establecer
relaciones con personas que se muestren protectoras, con las que pueda sentirse
“libre” de responsabilidades; de acuerdo con esto, concluimos que en la red
ella puede explorar roles totalmente diferentes a los que asume en su
cotidianidad, con lo que se libera de la “carga” diaria, pues no tiene que ser
un modelo para nadie en Internet.
De acuerdo con las
conversaciones que sostuvimos con ella, éstas nos hicieron pensar que Internet
se convierte, para algunas personas, en el “patio de juegos” en el cual está
permitido realizar todas las cosas que se quieren hacer y que se piensa no se
puede hacer en el contexto compartido fuera de la red, ya sea por la imagen
social o por las exigencias propias, de esta manera creemos que Andrea18 ve Internet como esa válvula
de escape a un mundo imaginario, en el cual hacer “diabluras” es permitido y
aceptado por el carácter “anónimo” que provee Internet.
Esta imagen fue ratificada con
su historia de vida, en donde sentimos que se trata de una persona que cree
debe asumir responsabilidades y características de adulto frente a su entorno,
y de esta forma comprendemos la actitud que respecto a Internet proyecta en su
familia, en donde muestra que sólo le
interesa hacer cosas “productivas” y no es justificable entrar a disfrutar de
otras cosas, como lo es el Chat.
En cuanto al sentido que tiene
para ella establecer relaciones interpersonales y concretamente la relación
sostenida con Jesús, su cibernovio, ésta se convierte en su posición de vida de
lo que representa para ella todo el universo posibilidades que a llegado a ser
Internet a lo largo de su vida; dando pie a la emergencia de nuevas
perspectivas de lo que es ella y de lo que es su vida.
Y por último, Matute, ante la pregunta de cómo se
siente al chatear, respondió que era
muy importante para ella y que se sentía muy bien haciéndolo, e hizo la
distinción de que Internet le permitía ser “ella misma”, cosa que no podía ser
en la "vida normal", como llamó ella a las relaciones cara a cara, esto,
posteriormente nos dimos cuenta, era clave en su narrativa pues en ello radica
la importancia de Internet para ella. Como afirma Maturana, "todo lo dicho
es dicho por alguien", en momentos tuvimos la sensación que ella creía
hablar por otros o tal vez fue su mejor estrategia para hablar de ella, pues
para verse a sí misma necesita recurrir a las voces de otros, para lograr un
segundo nivel de observación; esto nos indica que nuestra construcción como
personas necesariamente es social, pues referencia al otro para volver a la
persona que se construye, de modo que se asemeja más a un hipertexto, con sus
múltiples caminos, que a la idea de individualidad que plantea la
indivisibilidad de la dualidad, es decir que no se puede dividir la dualidad
mente cuerpo y que permanecen como unidad, entonces pensamos que esta
perspectiva se fundamenta en los límites de la piel, sin tener en cuenta que
los límites siempre son mentales, son constructos del observador. Esto puede
ser similar a la experiencia de hablar por Chat, o al menos es el sentido que
ella le otorga.
Creemos que Matute puede ubicarse en un segundo nivel de observación, pensar
sobre lo pensado, vivir lo vivido de otra manera, cada pregunta le evocaba
algo, era interesante ver sus expresiones, que al parecer mostraban lo que
evocaba, y esa evocación, ese volver sobre la historia le permitieron lograr
algo que ella no imaginaba, algo que no había construido, al menos de esa forma
respecto a su experiencia en el contexto del Chat. Lo más impactante para nosotros
y que recordamos con frecuencia es su idea de querer ser un náufrago de
Internet más que un navegante, ya que esto le permitiría permanecer en la red,
sobran las explicaciones.
Tal vez el Chat es preferido por
aquellas personas que de una u otra forma están inconformes con su vida, pues
les permite soñar, realizar un mundo ideal, un mundo propio, pero compartido
con personajes que se recrean en la mente, en la vida íntima, pero que a la vez
no son imaginarios, pues son mundos completos que se abren y en algún sentido se fusionan con el
propio, son otros, otros cercanos que posibilitan la aventura de salir de la
piel, de recrearse otra vida, tal vez la que se espera, la soñada, de modo que
la fantasía es más posible, más cercana, como si fuera una caricia de palabras.
Sólo así comprendemos, en este momento, su idea de que sea ella misma pero que
a la vez tenga dos vidas, una en la red y otra fuera, en la "vida
real", como la llama ella. Internet para ella es como la ventana de su
cuarto, que aunque conducía a los patios traseros de las casas vecinas, era la
posibilidad de mirar algo diferente, de abrir y abrirse al espacio, al más allá, le sacaba de las
cuatro paredes de su cuarto, Internet es para ella esa ventana, ventana
múltiple que se abre con un click de la fantasía, que le lleva a uno a inventar
ilusiones o "alucinaciones" deseables, a vivir extremos, desde
enamorarse hasta odiar, desde reír hasta llorar, pero con un ingrediente nuevo,
que esos extremos parecen juntos, parecen cercanos, vivibles, sin que por ello
se juzgue, la regla parece ser el permiso de cambiar, sin escuchar aquello tan
familiar pero "desagradable", como dijo ella, "estás rara, te
pasa algo?", "ya no eres la misma". Sin duda, un multiverso al alcance de la mano, en el
teclado, el ratón o la pantalla... Cada chateo es el capítulo de una nueva
aventura.
Se muestra como una persona sociable y amable, con
gran habilidad para establecer relaciones, aunque ella afirma que esto sólo es
una apariencia, que no se muestra como es en realidad, así que prefiere
“aparentar”, esto al parecer se relaciona estrechamente con la necesidad de
aprobación social que manifiesta constantemente en su discurso, pues aunque
establezca fácilmente relaciones, carece de competencias comunicativas, en cuanto a las relaciones
cara a cara.
Ella se ve en mutua interacción con su otro yo, el
que está en relación continua con la máquina, esa idea surgió de lo dicho por
ella en el sentido de que le gustaría estar con una computadora conectada todo
el tiempo, tal vez como lo menciona Negroponte, en una interfaz tan amigable
que serían uno, el hombre con la máquina; lo anterior nos hace pensar que en la
conversación que tuvimos, ella no estuvo en ese espacio con nosotros, sino que
nosotros nos transportamos al espacio en el que ella se sentía más cómoda, su
propia idea de red, en la que las contradicciones y paradojas matizan el
escenario.
Entonces, ¿Cuales son las características
de las relaciones interpersonales que se dan a través del Chat?
“Hay mucha espontaneidad, incluso más de la que quizá podría darse
cara a cara, toda vez que la reserva de la identidad (en muchos casos) y el
mismo hecho de no estar al frente de la otra persona, deja fluir más las
palabras y las emociones. Cuando existe "química" en la relación
(desde la profesional, hasta la sentimental), se da el natural enviciamiento.
Es difícil dejar de pensar en encender el ordenador cuando llegas a casa y
revisar el correo para saber si tu amigo del Chat te ha escrito un mensaje o ha
contactado un nuevo encuentro. A veces puede crearse, y como consecuencia de lo
anterior, una enorme dependencia. El día en que no encuentras algo en el Chat o
no puedes, simplemente, conectarte, la sensación de frustración es inevitable”[21].
De acuerdo con la perspectiva de
esta navegante, la connotación que tiene de las relaciones que establece con
otros por medio de Internet, la no-presencialidad se constituye en un
facilitador para la expresividad en el Chat, pues el contacto por medio de la
palabra escrita proporciona una experiencia diferente al contacto cara a cara,
y con ello la posibilidad de “ser más sincero”. Solamente cuando la relación se
ve como significativa, el contacto continuo en Internet se convierte en un
ritual para que la relación se “avive”, se recree, lo que provoca que Internet
pase de ser visto como una herramienta a ser una necesidad básica. Las
características de la comunicación aunque se redimensionan, para la navegante,
dependiendo de su uso y la forma que se emplee tiene configuraciones buenas o
malas.
En este sentido, ella agrega que
“El lenguaje evoluciona e involuciona. En
el primer caso, quizá en las relaciones más formales. La preocupación por
escribir la mejor palabra, utilizar el término más apropiado es un proceso
lógico. Claro, hay gente que habla mucha "basura". Incluso en los
chats públicos el lenguaje que se ve es el de la involución (errores de
ortografía, de sintaxis), pues lo importante es simplemente, hacerse entender”[22].
En general, la visión que tienen las personas sobre
el Chat puede resumirse en la siguiente opinión que recibimos de un navegante
en la página Web; sin embargo, creemos que su conclusión es totalmente opuesta
a las experiencias que nos han compartido los protagonistas, pues sí constituye
un espacio de construcción del sujeto en el cual experimentar posibilidades y
más que una moda constituye para muchos un no-lugar común que invita a la
autoreflexión, a través del intercambio lúdico, por lo que creemos sí llena las
expectativas de los protagonistas en cuanto a que es una experiencia
significativa, una práctica cultural en la que es posible el contacto, aunque
redimensionado, entre personas. Entonces, concluimos que las experiencias
vividas en esta investigación, nos dan el soporte suficiente para afirmar que
es este tipo de opinión sobre el Chat, que por cierto es bastante difundida
entre quienes guardan cierta distancia respecto a la tecnología, es
precisamente lo que hemos reevaluado.
“El chateo por Internet puede verse POTENCIALMENTE como: actividad
comunicativa, fuente de conocimiento, espacio de socialización y opción lúdica,
sin embargo, dentro de nuestro medio he podido apreciar que, como comunicación
existe un primer momento en el que no es más que una emisión de textos con pocas
posibilidades de respuesta y en los casos en que ésta se da, es necesario para
sostenerla por más tiempo, pasar al estadio de pareja mediante los mensajes
privados, lo cual, puede asimilarse a una conversación telefónica. Como fuente
de conocimiento, hasta el momento, no he visto que se traten temas específicos
con seriedad o se profundice en uno de ellos, la mayoría de las veces se tratan
asuntos superficiales con actitud agresiva, humorística o de coqueteo. Como
espacio de socialización, pienso que el chateo solo brinda la posibilidad de un
primer contacto (enganche) que para consolidarse requiere de una llamada
telefónica o un encuentro personal, por lo tanto, cuando alguien chatea se
siente parte de un grupo, pero tan impersonal y anónimo (uso de nombres
ficticios) que necesita reafirmarse como ser social a través de una interacción
concreta, en la que intervenga algo más personal como la voz o la presencia
física. Finalmente, en la lúdica, me parece, el chateo tiene su punto fuerte,
pues no se puede negar que motiva la imaginación, induce a la fantasía, distrae
y cumple funciones similares a las del juego, en cuanto a: manejo de la
realidad a escala, permite la creación de mundos posibles a través de la
re-creación de significados, ejercita diversos roles y desborda los límites que
le hayan creado su verdadera identidad, apariencia física y esquemas de su vida
cotidiana; todo lo anterior, sin correr ningún riesgo, porque en ningún momento
tiene que asumir en la realidad las consecuencias de situaciones virtuales. En
conclusión, el chateo brinda alternativas inimaginables de crecimiento cultural
y personal, pero en nuestra sociedad no ha pasado de ser una actividad que se
realiza por moda, curiosidad o desahogo, por lo que creo que no ha llenado
ninguna expectativa de interacción VERDADERAMENTE humana”[23].
En el entorno de la comunicación
por Internet se hace importante el tener herramientas que le posibiliten tanto
velocidad como confiabilidad (que no ”cuelgue” el sistema), para poder así
sentirse como un navegante que posee cierta autonomía y además, que todas las
actividades que realiza en la red se acerquen en lo posible al concepto de
“tiempo real”. Igualmente, se parte de la perspectiva que en Internet todo se
puede conseguir de forma gratuita y si es así mejor.
“Hola, me llamo Mariana y vivo en el D.F. Quiero compartir esta
experiencia que tuve en un Chat de starmedia, para ser exactos en la sala de
Latinos del mundo. Bueno pues esto empieza así: Un chavo con el nick de Edwin
me empezó a platicar y me cayó muy bien, casi de inmediato. Esta amistad a
distancia sigue hasta la fecha. Desde que empezó mas o menos por julio o
agosto. El es de Colombia y bueno como ya lo había dicho soy del D.F PERO NI LA
DISTANCIA HA HECHO QUE NOS DEJEMOS DE HABLAR. Y bueno solo quería compartir
esta experiencia gracias Atte: Mariana”[24].
La opinión anterior, nos indica
que la distancia geográfica es una característica del contacto cara a cara que
se reevalúa en Internet y es, para Mariana, un componente que hace del Chat un
posibilitador en el establecimiento de relaciones. De forma que, las relaciones
se pueden establecer con cualquier persona, sin importar sus características
socio-económicas y la distancia en donde se halle. En este sentido, concluimos
que en Internet se presenta la
paradoja de estar lejos y cerca de la
vez, pues aunque abre posibilidades cierra otras, sin embargo, cabe pensar que
la distancia no solamente puede ser física, pues una pareja que duerme en la
misma cama puede estar muy lejos uno del otro.
Dentro del entorno del Chat
algunas veces es común que los participantes en una discusión utilicen
expresiones o palabras que resulten agresivas para otras personas, ventaja que
da el anonimato; en el encuentro que tuvimos en el Chat para realizar el grupo
de discusión, las características de la sala fueron muy diferentes, lo cual nos
hace pensar que el hecho de haber definido una intención clara para el
encuentro modifica sustancialmente el contexto e influye para que las personas
participantes se sientan en un contexto predeterminado por nosotros, los
investigadores, así se comprende mejor la afirmación de Lokko de estar cumpliendo una cita. En este sentido, es importante
resaltar que generalmente esto no es así, el contexto se define en la misma
interacción y excepto por el nombre de la sala de Chat, no existe otro
indicador a parte de las palabras mismas de los participantes, que constituyen
en sí las relaciones, así, el Nickname
se constituye en la única referencia que sirve como una especie de categoría en
el cual se agrupan todas aquellas características que se le atribuyen a la
persona y/o que la persona se atribuye a sí misma; por eso es que el Nickname
es tan importante dentro de la cultura del Chat.
Para ampliar esta idea,
encontramos que las expresiones de saludo son muy cortas, pues el hecho de
escribir en un teclado no facilita el uso de expresiones largas porque éstas se
pueden asumir como silencios, similares a los de una conversación cara a cara o
telefónica y que dan lugar a múltiples interpretaciones como podrían ser falta
de interés, ausencia de la conversación, confusión, aspectos que mediante el
lenguaje corporal son identificables, por eso se busca no romper el contexto
dando lugar a esos silencios y a sus posibles interpretaciones; con relación a
lo corporal, la expresión de GUZI “SIENTO LA HORA PERO ANDABA CORRIENDO”, en
una relación cara a cara sería reconocida casi de inmediato por los
participantes, en cambio, en el entorno del Chat lo único que entra a formar
parte de esa realidad compartida es sólo aquello que se ponga por escrito, y
aún así se evitan las referencias al comentario de GUZI, se evitan porque
podrían desviar el hilo de la conversación, lo que no se presenta en una
conversación cara a cara en donde se hace muy común emitir comentarios entorno
a las características de los protagonistas que en un momento dado entran a
formar parte de ésta.
Al entrar cada persona y tratar
de ponerse al tanto de la conversación, surgen diferentes versiones que en
ocasiones pueden ser contradictorias, o simplemente no tener ninguna conexión,
es algo que se repite a lo largo del encuentro y esto es porque no existe
unanimidad, cada uno teje un trozo de conversación pero llevando hilos
diferentes, que en contraposición a una conversación cara a cara casi siempre
una de las voces se eleva por encima de las demás, se marca un liderazgo que
unifica las versiones, así por ejemplo si alguien pregunta “de qué estaban
hablando?”, aquel que tenga el papel de conductor hablará por los otros,
estableciendo un acuerdo en el tema, sin embargo aquí esto no se observa, la
misma pregunta suscita múltiples comentarios que dependen de lo que prioriza
cada uno, en este contexto, construido en el grupo de discusión por Chat, tanto
Edwin como Ricardo pasaron a ser, más que conductores o moderadores, otros
participantes, no hubo un liderazgo, cada cual propuso su tema, así, creemos,
se construye una conversación en el Chat, como hipertexto.
Con respecto al carácter
superficial o significativo de las relaciones en el Chat, para esta
protagonista, “pueden llegar a ser muy
significativas y otras efímeras, como ocurre con cualquier cosa. Pienso que
esto a veces es un poco como la lotería. Hay cosas que prosperan y otras que
no. Como ocurre en cualquier escenario de la vida. Este es uno más”[25].
Con relación a este tema, Vala mencionó que esto eran fantasías
que podían realizarse en la red, pero que no en la vida real, pero que aún así
seguían siendo fantasías, y finalmente agregó que a él le había pasado, pero
que prefirió “cortar ahí” la relación, pues eso no le interesaba; con su
opinión quedó claro que en la primera conversación habían “pesado mucho” los
prejuicios sociales respecto a hablar de sus experiencias en el Chat siendo una
persona mayor y casada; por su parte, Matute
mencionó que no le parecía justo engañar a la gente, aunque aceptó que ella
cambiaba su Nickname y asumía diferentes roles, pero nunca, aclaró, con la
intención de engañar a alguien. Lokko
mencionó que el punto crucial era cuando Alex (nombre del psiquiatra cuya
historia sirvió de pretexto para realizar el grupo de discusión cara a cara,
Ver Anexo 08) traspasó aquello que constituía su vida en la red al espacio de
su vida real, pero que todo había sido pura curiosidad; idea con la que Vala también estuvo de acuerdo y
sugirió que todo lo de la red se inicia por pura curiosidad y que luego crece
hasta que se hace inmanejable, quizás lo que le sucedió a él?, y es mejor
cortar. Continuando con la idea de Lokko,
éste dijo que todo era posible gracias a que el Nickname encubría a la persona
y le daba la ventaja del anonimato. Andrea18
por su parte mencionó que, de acuerdo con Lokko,
había que separar lo virtual de lo real y que allí estaba el error de Alex.
Uno de los aspectos más interesantes fue que Andrea18 no pensó que “wallas”, con
quien conversó y en quien tanto se interesó en el Chat, fuera uno de nosotros,
ella no lo esperaba, ni se lo imaginó, creyó que wallas era otro de los
protagonistas, a quien esperaba conocer, no pensó que ya lo conocía (entrevista);
esto reafirma nuestra idea, que generalmente las relaciones que se establecen
en el Chat y luego pasan al contexto cara a cara se rompen, sólo en algunos
casos, creemos que la relación se afianza como podría pensarse, lo que se
relaciona con el hecho de perder el anonimato, y además, que la imagen ya fija
del otro, una vez visto, no permite recrear múltiples imágenes, seguir en la
aventura de explorar, el recuerdo se hace fijo, inmóvil, las expectativas se
concretan, en cambio el “desconocimiento” cara a cara permite el juego de la
fantasía. Las expectativas de una persona “atractiva”, según el modelo
socio-cultural no siempre se materializan; en parte esto puede aclarar el hecho
de que generalmente se teme el encuentro cara a cara, pues implica aceptación,
está en “juego” la idea de aceptación y el concepto de sí mismo, así como los
“sueños” que se hayan construido. De acuerdo con lo anterior, cobra sentido la
afirmación de los protagonistas de que es un problema mentir si la relación
trasciende del Chat al contexto cara a cara, pero si permanece allí, en la
llamada vida virtual, no es problema, lo cual nos sugiere que al virtualizar la
realidad del Chat, las personas “evaden” el problema ético de la relación con
el otro, el juego justifica cualquier acción, pues se cree que no se afecta a
nadie, y tal vez esto constituya uno de los puntos de la cibercultura en el
Chat, la invisibilidad del cuerpo lo hace posible; esto nos recuerda las bromas
que se hacen por teléfono, con la diferencia de que se puede hacer con muchos a
la vez y también que al menos se tiene una referencia, que es el Nickname, con
la que se recrea una imagen del otro, y que esta referencia no es “propia” de
la persona, la voz y su tono sí; lo anterior puede constituirse en algo
atractivo al romper con la normatividad social.
Ahora pensamos que tal vez sí
hay compromiso, pero no a la manera en que se entiende siempre en un contexto
cara a cara, éste se fundamenta en el juego, y quizás haya un acuerdo tácito,
implícito para jugar; pero indudablemente se necesitan dos para jugar, jugar al
no compromiso, a descubrirse poco a poco, y en cada paso reinventarse hasta que
se logre una resonancia con el otro, para así definir una identidad y un
contexto relacional que sea significativo.
Somos transeúntes, viajeros,
cargados de múltiples voces, de ecos que nos acompañan en el camino, en la
ruta, diría Néstor Mario[26],
tejemos y tejemos realidades en coro, nuestra subjetividad es un hipertexto de
voces, de comprensiones y sentires diversos, de resonancias y disonancias, de
personajes, unos ajenos otros familiares, vivimos creyendo que somos quienes
somos; tal vez nos percatamos que somos quienes somos gracias a que los otros
nos ayudan a creer que somos lo que creemos que somos y viceversa... vivimos
entre mentiras verdaderas y verdades mentirosas. Como manifiesta Don Juan a
Carlos Castaneda, es necesario detener el mundo si se quiere reflexionar,
borrar las huellas que otros han ayudado a construir y que forman parte de lo
que definimos como nuestra realidad, lo que nos es familiar; la virtualidad,
como mundos posibles y recreaciones de lo que se asume como realidad, aguarda
en cada espacio de las historias que elaboramos, se halla entre las líneas de
texto de nuestras vidas, está a la mano en cada experiencia, pues la
virtualidad nos constituye, ya que siempre nos movemos en torno a mapas de
mapas de mapas que definimos como mundo cognoscible, como afirma Pierre Lévy,
“La virtualización no se puede reducir a un proceso de desaparición o de desmaterialización...
la virtualización se analiza, esencialmente, como un cambio de identidad, un
paso de una solución particular a una problemática general o transformación de
una actividad y circunscrita a un funcionamiento deslocalizado, desincronizado,
colectivizado. La virtualización del cuerpo no es, por tanto, una
desencarnación sino una reinvención, una reencarnación, una multiplicación...”[27]
La imagen apocalíptica de los
computadores “desquiciados” que se apoderan del mundo y someten al ser humano,
o en el peor de los casos, lo exterminan, se ha dejado de lado, para pasar a
una idea de posibilidades, películas como 2001 Odisea en el Espacio o la serie
de Terminator, para citar algunas, se movían en este sentido, mostraban con
lujo de detalles el desplazamiento del hombre por la máquina, tal vez lo mismo
que pensaron y sintieron hace siglos quienes vivieron la revolución industrial
y veían cómo su vida se redefinía con la aparición de una máquina que hacía su
labor a menor costo; parece ser que se repite la historia y que el eje común es
la política capitalista de masificación, desde luego esto sólo es una idea y
necesita ser profundizada; pero lo que en realidad nos convoca, el tema del
Chat, parece ser que también ha provocado un desplazamiento, el de la
corporalidad, la presencia física, el espacio geográfico, o mejor aún, la ha
redefinido y ampliado, pues ya tecnologías como el teléfono, la radio y la
televisión, y aún más atrás, la escritura, posibilitaron ese desplazamiento,
que ahora con las telecomunicaciones de orden digital, como ya se mencionó, se
han redefinido, la clave parece ser la digitalización, pues según Watzlawick,
lo analógico, relacionado con lo no verbal, en el computador se hace invisible,
las palabras son el todo, no hay entonación, gestos... la palabra lo abarca, lo
analógico de la comunicación humana se hace digital, nada más acorde con el
momento social/tecnológico que vivimos y que en ocasiones produce un temor
enorme, tal como el ya mencionado de la revolución industrial, pero cabe
preguntarse si el temor sólo es para aquellos que ven nacer la tecnología y no
para los que nacen con la tecnología, para ellos, creemos, será lo familiar, su
cotidianidad, su entorno, y así, no les planteará ningún cambio; para los
primeros, la transformación es evidente y con ella sus estilos de vida y
expectativas, sus proyectos de vida, he ahí el punto en el que la Psicología
debe enfocar su reflexión si no quiere quedar rezagada, estudiando al ser
humano actual con los presupuestos de hace un siglo, si quiere estudiar al
hombre desde su sentido actual.
Como lo afirma Turkle “Hoy en
día, una nueva práctica de identidad como multiplicidad en la vida electrónica
ayuda a desarrollar ideas sobre identidad como multiplicidad. Los personajes
virtuales son objetos con los que podemos pensar... Cuando las personas adoptan
un personaje en conexión, cruzan una frontera que las lleva a un territorio
altamente minado. Algunas tienen una incómoda sensación de fragmentación, otras
de alivio. Algunas sienten las posibilidades para el autodescubrimiento,
incluso la autotransformación... Lo que quiero decir es que muchas de las
manifestaciones de multiplicidad en nuestra cultura, incluyendo la adopción de
personajes electrónicos, están contribuyendo a una reconsideración general de
las nociones tradicionales de identidad”[28].
Con lo social sucede lo mismo
que con los lugares: sólo desaparecen para recomponerse; algo similar pasa en
el espacio del Chat, pues el espacio y alteridad se reconstituyen de diversas
formas, se hacen visibles de otra manera, revelando la dinámica de
globalización de los medios. De acuerdo con Vattimo se trata de una “sociedad
transparente”, que se percibe a sí misma como una sociedad más compleja y
caótica, con una marcada tendencia hacia la comunicación generalizada, una
sociedad de los medios de comunicación de masas (“mass media”), y que
particularmente con Internet se da el resurgimiento de culturas locales,
posibilitando el reconocimiento del mundo como multicultural e híbrido, en el
que se tejen de forma interactiva diversos relatos con impacto global, de modo
que, la sociedad se percibe a sí misma desde una nueva perspectiva, en la que
se enfatiza el reconocimiento de la diferencia, el saber narrativo y los
distintos contenidos sociales[29].
Hoy en día, la aceleración que
se da en el continuo ir y venir de las relaciones tiende a ser total, de esta
forma queda eliminado el espacio físico como factor clave de la dinámica
social, en las cuales los nuevos sujetos no se constituyen a sí mismos a partir
de identificaciones con figuras, estilos y prácticas de viejas tradiciones que
definen la cultura, sino a partir de la conexión/desconexión (juegos de
interfaz) con los aparatos, que en dicha interacción posibilitan otra
comprensión de sí mismo y su entorno, lo que en palabras de W. Benjamin es el nuevo sensorium, las nuevas sensibilidades, otros modos de
percibir, de sentir y relacionarse con el tiempo y el espacio, nuevas maneras
de reconocerse y juntarse.[30]
De esta forma, se convierte en un hecho muy importante abrir nuevos espacios de
investigación, en los cuales se tengan en cuenta la relación creada entre el
hombre y las nuevas tecnologías, espacios en los cuales la conjugación de
saberes es fundamental, para que así sea más amplia la posibilidad de acercarse
a estos fenómenos, por este motivo al rescatar la transdisciplinariedad se abre
la posibilidad de comprender la relación hombre-computador desde una postura
compleja y no fragmentada que permita ver al sujeto social en interacción con
su entorno.
Es así como Internet se
constituye en un nuevo sistema de
comunicación electrónica, de carácter mundial, interactivo y multimediático,
que está transformando nuestra cultura, nuestra forma de interactuar con
los demás, disolviendo las fronteras de la identidad. “Así
como en otro tiempo las identidades eran objeto de puesta en escena en museos
nacionales; en la segunda mitad de nuestro siglo la transnacionalización
económica, y el mismo carácter de las últimas tecnologías comunicacionales
(desde la televisión hasta los satélites y las redes ópticas), colocan en el
lugar protagónico a las culturas–mundo exhibidas como espectáculo multimedia”[31].
De esta forma, el ciberespacio
se convierte en uno de los espacios que tiene el hombre en su cotianidad y que
le ayuda a dar cuenta de lo infinito y lo complejo, ya que todo lo que nos
rodea está dimensionado en límites exactos, los cuales no siempre se pueden
trascender. Con Internet los límites de son puestos por cada cibernauta, las
fronteras se vuelven permeables, la cultura se redimensiona hacia el
surgimiento de lo cyber; las
representaciones que se construyen de la realidad están cambiando, así como la
visión del hombre y de lo que lo constituye. Para nosotros esta experiencia se
convierte en la posibilidad de trascender los límites de la Psicología y
“lanzarnos” a otros horizontes, en los cuales los mundos de significación se
construyen a partir de referentes experienciales diferentes, debido a que han
emergido diferentes imágenes del otro y del entorno de interacción, así que la
experiencia humana se recrea, lo que permite que desde nuestro ejercicio
profesional podamos ver nuevos escenarios de acción, desde posturas
históricamente diferentes con las que se ha construido las narrativas que
sustentan la intervención psicológica; de esta forma, permite que movilicemos
nuestros recursos profesionales y personales, dando paso a la emergencia de
otras capacidades, permitiendo así ver otros escenarios en los cuales la
psicología se puede pensar.
A través de Internet el mundo ya
no se piensa como algo ajeno y distante, que está afuera, algo inmenso e
inalcanzable, se asume como próximo, cercano, alcanzable con un click sobre el
icono de conexión a la red, el mundo está ahí esperando tras la ventana del
navegador, es por ello que pensamos que la globalización está en las manos de
cada persona y que de esta forma son cosmopolitas domésticos. Es así como, la
psicología debe preocuparse en el significado de su actuar, en evidenciar una
realidad y en donde debido al papel de las nuevas comunicaciones y de la mass media, se debe reflexionar
constantemente sobre aquellas categorías renovadas del espacio y de la
alteridad que le dan un nuevo significado al sentido de hombre. Hacia esta
visión, consideramos, se hace importante brindar nuevas perspectivas en
investigación que permitan a la Psicología no quedarse rezagada y ver al hombre
desde una faceta actual; dichos esfuerzos se deben iniciar desde la academia,
una invitación para que la Facultad pueda pensar en abrir líneas de investigación
que aborden los fenómenos relacionados con la cibercultura no de forma
tangencial sino de manera compleja, y a la vez pueda dar cuenta de la
importancia que tienen estos nuevos cambios sociales en el devenir del hombre.
Para empezar a cerrar la
construcción de la discusión, hemos elaborado un mapa que da cuenta de forma
más específica la resolución de los objetivos de la investigación, los cuales
se han abordado en todo el texto de este apartado de forma entretejida; así, el
mapa se constituye en una herramienta que permite realizar una lectura
diferente de la discusión. (Ver Mapa 03)
La visión histórica que se tenía
del Yo era desde una perspectiva calculadora e intelectual, en donde se hacía
distinción entre el Yo social, de carácter público, y el personal, con
características privadas; esta representación era, de alguna forma, reflejo del
racionalismo propio de la revolución cognitiva. Así, ahora se puede hablar de
alteridad en la constitución de la identidad en el sujeto y no como una categoría
mental del sujeto, cuando comprendemos que esta identidad se construye día a
día, como lo dice Bruner “se hizo evidente que también el Yo debía considerarse
como una construcción que, por así decir, procede del exterior, al interior
tanto como del interior al exterior, de la cultura a la mente, tanto como de la
mente a la cultura”[32].
Es así como, el self es
transaccional, se es lo que se está siendo en un momento presente al interior
de un contexto interaccional, pero esto no es evidente para las personas, al
menos en Occidente, que significan Internet como algo diferente, que permite
ser quien se quiere ser, la corporalidad se significa como permanencia y así se
mantiene un sentido de estabilidad en la que el “yo” o el self se significa
como un lugar, algo estático al interior de la persona; pero en este sentido,
el socio-construccionismo nos invita a pensar en el self como un espacio
transaccional, que se realiza en la interacción a través del lenguajear, lo
cual puede ser más alcanzable a partir del Chat, o al menos así se significa,
en el que esto sí se percibe, el cuerpo se hace invisible y se pierde la idea
de la permanencia y de estaticidad del “Yo”.
Retomando a Bruner, “el Yo,
utilizando su capacidad de reflexión y de imaginar alternativas, rehuye o
abraza o reevalúa y reformula lo que la cultura le ofrece. Por consiguiente,
cualquier intento por comprender la naturaleza y orígenes del Yo es un esfuerzo
interpretativo semejante al que realiza un historiador o un antropólogo al
tratar de comprender un ‘período’ o un ‘pueblo’”[33].
Chatear es como leer un libro
escrito por varias manos, en el cual uno puede dialogar con el autor, pero a
diferencia del libro está la posibilidad de resolver específicamente las
preguntas que lo inquietan a uno y poderlas llevar a discusión. En cada Chat se
escriben, actúan y declaman historias, de acuerdo a las perspectivas y sentido
que cada quien le dé a la acción de chatear, como una torre de Babel, cada uno
con un monólogo que en ocasiones se conecta con el monólogo del otro, si se
logra una conexión con el otro es necesario reinventarse a cada instante, como
dice Gergen del Yo como algo relacional o Bruner del self transaccional, se
“realiza” a cada momento, en el aquí y ahora, el Yo no es una instancia
abstracta al interior del sujeto, es una forma en la interacción, que a la
velocidad del computador se reconstituye, para tejer finos y frágiles hilos,
pero que si se logran trenzar con dedicación, forman una lazo fuerte y
flexible, difícil de soltar; las anécdotas y el pensamiento más profundo valen,
todo cuenta en la medida en que tenga resonancia con el eco del otro.
Escribir a diez manos parece
superar la capacidad de lectura, en la pantalla se “observan” los momentos en
que todos leen, todo parece estático, y de repente una pantalla completa de
texto, como si se pusieran de acuerdo para accesar lo escrito, por ello, mucho
de lo conversado se pierde en el silencio de la red, bytes que nadie recogió,
por eso, para nosotros, es más sencillo fijarnos en quien nos responde y
mantenernos al margen de los otros escritos, sin embargo, eso no se logra por
mucho tiempo, pues se tienen dos o tres conversaciones simultáneas, que en
cualquier momento se “enredan”.
Internet nos evoca los puertos, lugares mágicos
donde todos son extranjeros conocidos, donde se conocen historias y mitos en
múltiples lenguas, costumbres y vidas, donde existe la promesa de volver,
aunque ninguno se marche, ese es el puerto, una urdimbre de relatos que
reinventan al placer de viajar, de la aventura de vivir, vivir en el eco de las
voces que nos constituyen como un hipertexto. A este respecto Turkle manifiesta
“Cuando la identidad se definía como unitaria y sólida, era relativamente
sencillo reconocer y censurar la desviación de la norma. Un sentido más fluido
del Yo permite una mayor capacidad para reconocer la diversidad. Hace más fácil
aceptar el despliegue de nuestros personajes –quizás con humor, quizás con
ironía-. No nos sentimos obligados a clasificar o juzgar los elementos de
nuestra multiplicidad. No nos sentimos obligados a excluir lo que no encaja”[34].
Tal vez los puertos seamos nosotros e Internet el
mar que nos une, no que nos separa, pues siempre existe la posibilidad de
navegarlo...
Si tiene alguna reflexión acerca del tema,
le invitamos a dar su opinión. Diríjase
a opinión.
[1] El título original de la investigación, a partir de la cual se realizó este artículo, es “El Chateo como una forma de Recrear las Relaciones Interpersonales”, cuyo sentido es dar a entender que la recreación de las relaciones interpersonales constituye un proceso en el que su significado se transforma a partir de las posibilidades de interacción que permiten los nuevos medios electrónicos de comunicación. Ahora bien, el cambio de título responde a un interés personal que enfatiza el salto que logré dar en cuanto al posicionamiento como investigador en este campo, pues el nuevo abordaje implica hacer énfasis en el espacio de las Ciberculturas como tal, comprendiéndolo como un nuevo espacio social. El cuerpo del artículo conserva las características de la investigación original, salvo algunas actualizaciones y correcciones en cuanto a la discusión y las conclusiones. Por supuesto, no se incluyen las extensas transcripciones de las actividades realizadas, ni las matrices, éstas aparecen sintetizadas en gráficos que considero más explicativos y fáciles de comprender, tampoco se incluyen la reflexión Disciplinar e Interdisciplinar, por considerar que aparece en forma más o menos explícita en la Discusión y las conclusiones, y de forma clara en la Reflexión Epistemológica.
[2] Hemos realizado el presente artículo con el fin de dar a conocer las comprensiones más relevantes respecto al tema, que logramos construir a lo largo del desarrollo del trabajo, así como hacer una síntesis y actualización del material, útil para aquellos psicólogos, estudiantes de Psicología u otros profesionales interesados en comprender las Ciberculturas. Cualquier observación o inquietud pueden remitirla al siguiente Correo Electrónico: willricon@yahoo.com edwinvelar@starmedia.com
[3] NEGROPONTE, Nicholas. Ser Digital. Pág. 185. Ed. Atlántida. Argentina, 1998.
[4] DABAS, Elina. Redes. El Lenguaje De Los Vínculos. Piscitelli, Alejandro. Cap. 02: Enrededados. Ciudadanos De La Cibercultura. Pág. 99. Ed. Paidós. Argentina, 1995.
[5] Castells, Manuel. Cit. Por FINQUELIEVICH, Susana. @mores Virtu@les. http://cys.derecho.org/00/teletrabajo
[6] Cfr. NEGROPONTE, Nicholas. Ser Digital. Primera Parte: Los Bits Son Bits. Ed. Atlántida. Argentina, 1998.
[7] LLÁCER, Pilar. Elementos para una Tele-Ética. Cuadernos Ciberespacio y Sociedad Nº 3. Marzo de 1999. http://cys.derecho.org/03/llacer
[8] Grupo de discusión cara a cara, 1185-1186.
[9] Entrevista 2, 8-10
[10] Entrevista 2, 58-61
[11] Grupo de discusión cara a cara, 1027-1029
[12] NEGROPONTE, Nicholas. Ser Digital. Pág. 229. Ed. Atlántida. Argentina, 1998.
[13] SANTOS, Juan Carlos. Aprenda A Comportarse bien En Internet. Revista Enter. Edición Nº22. Santa Fé de Bogotá.
[14] SANDOVAL, Humberto. Hermeneútica de la Cultura. UNISUR. Santa Fé de Bogotá, 1992.
[15] Maturana, Humberto. Cit. Por. WENGER, Rodolfo. Ensayo : Cómo Abordar la Cultura Como Tejido Simbólico en el Mundo Actual.
[16] Entendidas como los modos de enfrentar la vida y de hacer las cosas que son construidos por la comunidad.
[17] Comentario en la página Web.
[18] Ibíd.
[19] Entrevista 4, 507-508.
[20] BRUNER, Jerome. Realidad Mental Y Mundos Posibles. Pág. 76. Ed. Gedisa. España. 1998.
[21] Comentario en la página Web.
[22] Ibíd.
[23] Ibíd.
[24] Ibíd.
[25] Ibíd.
[26] Néstor Mario NOREÑA, Psicólogo. Profesor en la Cátedra Seminario de Tesis en la Facultad de Psicología de la Universidad Santo Tomás. Santa Fé de Bogotá, Colombia.
[27] LÉVY, Pierre. ¿Qué Es Lo Virtual?. Pág. 32. Ed. Paidós. España. 1999.
[28] TURKLE, Sherry. La Vida En La Pantalla. Pág. 327. Ed. Paidós. España. 1997.
[29] Cfr. Pág. 41.
[30] Cfr. Pág. 26.
[31] Cfr. Pág. 27.
[32] BRUNER, Jerome. Actos de Significado. Pág. 108. Alianza Ed. España, 1990.
[33] Ibíd. Pág. 110.
[34] TURKLE, Sherry. La Vida En La Pantalla. Pág. 329. Ed. Paidós. España. 1997.