Psicología y Ciberculturas:

La construcción de un nuevo espacio social [1]

 

 

Advertencia

“Ni la Universidad, ni el jurado serán responsables de las ideas expuestas por los graduandos”

Reglamento Estudiantil

ART. 46. CAP. 3.

 

Chat

 

Internet como un nuevo medio masivo de comunicación ha posibilitado el establecimiento de relaciones por medio de sus diferentes herramientas y servicios; para la presente investigación nos centramos principalmente en el uso del IRC, por considerar que esta herramienta permite interactuar en tiempo real con otros usuarios. Internet, permite la representación del mundo desde la integración cultural y la reconstrucción de la noción espacio–tiempo, no como un continuo, sino como una representación fragmentada y caótica,  que permite la emergencia de los relatos locales como forma de conocimiento validada, pero que a su vez no desconoce el sentido de globalidad, por lo cual creemos que Internet se convierte en el ícono de la postmodernidad, pues posibilita la caída de los metarrelatos, que según Lyotard constituyen el punto de ruptura con la modernidad; a su vez, creemos que posibilita lo que Vattimo denomina “Sociedad Transparente”, que comprendemos como aquella sociedad mediada en la que el flujo de información va en continuo aumento y lleva a que la sociedad se perciba a sí misma como una sociedad más compleja y caótica, con una marcada tendencia hacia la comunicación generalizada, una sociedad de los medios de comunicación de masas (“mass media”), y que particularmente con Internet se da el resurgimiento de culturas locales, posibilitando el reconocimiento del mundo como multicultural e híbrido, en el que se tejen de forma interactiva diversos relatos con impacto global, de modo que, la sociedad se percibe a sí misma desde una nueva perspectiva, en la que se enfatiza el reconocimiento de la diferencia, el saber narrativo y los distintos contenidos sociales. En este contexto, las relaciones establecidas a través del Chat, ¿cómo son comprendidas por los cibernautas?, ¿cómo se comprenden éstos en dicho ejercicio? y ¿qué particularidades presentan las interacciones?, preguntas que tratamos de responder con el objetivo de comprender los significados que los “navegantes” construyen de las relaciones interpersonales que establecen a través del uso del IRC (Internet Relay Chat - repetidor o difusor de conversación en Internet) y así proyectarlo como campo de investigación de la Psicología del siglo XXI.

Para dar cuenta de los significados que envuelve esta práctica social característica de finales del siglo XX nos basamos en la perspectiva que nos ofrece el paradigma de la complejidad, el socio-construccionismo y la reflexión postmoderna. El abordaje de la investigación es de tipo cualitativo a partir de la observación participante, de un grupo humano compuesto por 4 participantes; en el proceso investigativo se utilizaron como técnicas de investigación las entrevistas, los diarios de campo, los grupos de discusión y se diseñó un instrumento, el cual consistió en la creación de una página Web en la que se recogieron las opiniones de los visitantes respecto al tema.

Este proyecto investigativo hace parte de la línea de investigación Psicología y Cultura, de la Facultad de Psicología de la Universidad Santo Tomás de Bogotá. La investigación duró aproximadamente 2 años y fue realizada por William Ricardo Gómez[2] y Edwin Velásquez Ariza.

Discusión De Resultados

 

“Con cada nueva tecnología se modifica el tamaño, el tipo, la forma de interacción

y la capacidad productiva cultural de las sucesivas comunidades

que las producen a través de ellas”.

Alejandro Piscitelli

 

Nuestro telar ha sido construido desde las perspectivas de la complejidad, el socio-construccionismo, la postmodernidad, la Psicología y las nuevas tecnologías comunicativas, específicamente Internet, y a partir de él hemos empezado a tejer los hilos invisibles, los ecos que traen a la mano los protagonistas, ecos institucionalizados, ecos propios, ecos de la cultura y ecos de la familia, y en ese proceso confeccionar un hipertexto en el que los hilos invisibles, tejidos con esmero, en cada una de las vidas que tocamos, vayan elaborando un itinerario, en el cual logremos diferenciar algunas de sus formas y comprender los significados que los protagonistas han construido de las relaciones interpersonales que establecen en el Chat, para responder a los objetivos trazados.

 

La forma que más nos ha llamado la atención y en la cual hemos centrado nuestra mirada, es la que propone a Internet como un pretexto para construir nuevas narrativas, en las que los sujetos se abren a diversas posibilidades de reconocimiento, tanto de ellos mismos como de los otros, de modo que el significado de las relaciones interpersonales se transforma, pues el eje común de quienes las construyen y que es la identificación de un yo, de una personalidad, se fragmenta, y al fragmentarse redefine las relaciones. La fragmentación se manifiesta en forma de diferentes Nickname, que configuran distintas historias posibles de experienciar, cada una completa en sí misma pero que a la vez forma parte de una historia global, la de la cibercultura, la cultura y la vida de cada uno, así en diferentes niveles. El Nickname contribuye a construir un rol y un contexto en la relación, pues muestra una faceta deseable de vivir con el otro en línea, en la red, en la cual el rostro no aparece como lo reconocemos comúnmente, éste se muestra como palabras y sentidos construidos en complicidad a través de una pantalla y un teclado, como un cuento/historia/juego/aventura que propone el reto de imaginar mundos posibles, cargados de sentido/emocionalidad, en el que cada cual se redescubre y recrea su cotidianidad, posicionándose en el límite entre lo real y lo fantástico, entre lo real y lo virtual. “El verdadero valor de la red tiene que ver menos con información y más con la comunidad. La superautopista de la información es más que un simple a atajo hacia todos los libros de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos. Es crear una estructura social global, del todo nueva”[3].

 

Cuando se piensa en las relaciones mediadas por computadora, se piensa en un universo paralelo, en una realidad virtual semejante a la de la película The Matrix, en el que los seres humanos se ven liberados de su corporalidad, virtualidad que se asume como la verdadera esencia de su ser; tal vez la idea anterior se pueda comparar a la de Platón, en donde se hace una distinción entre el mundo de las ideas y el mundo material; el primero es The Matrix o la matriz primaria desde la cual todo emerge a la “realidad”, el segundo se puede tomar como un reflejo de lo imaginado, de las ideas de la matriz, en el cual todo es aparente, una burda copia de su molde original. Así se piensa Internet, así se piensan todas las nuevas tecnologías comunicativas digitales, en las que la corporalidad parece esfumarse, dando paso a seres, como afirma Turkle, “cyborg”, con características y sensibilidades humanas pero en un entorno de máquinas. Lo anterior ha posibilitado la construcción de una distinción que creemos es el punto crucial cuando se piensa en una vida en línea, en la red, y es el establecer dos realidades paralelas que se conceptualizan, como lo mencionamos antes, como aquella “virtual” y aquella “real”, sin embargo, cada una constituye un espacio de expresión y construcción de subjetividades, en los que se recrea una cultura, con símbolos y significados a primera vista antagónicos, pero que se entrecruzan y dan lugar a nuevas narrativas en las que los protagonistas se comprenden como múltiples. Como afirma Piscitelli, “Varias décadas más tarde, la comunicación humana se ha convertido en el uso más significativo de las redes, transformándolas en un espacio social. Las redes ya no son meramente herramientas a través de las cuales nos teleconectamos sino que son espacios donde nos tele-encontramos: mundos-redes [networlds]”.[4]

 

En la vida llamada en línea las experiencias a pesar de no compartir los mismos elementos que constituyen las experiencias fuera de la red, posibilitan la construcción de relaciones interpersonales a niveles diferentes, en donde la percepción del otro y de su entorno está enmarcada por referentes simbólicos que sólo pueden ser comprendidos bajo ese espacio; la utilización de nombres propios de ese medio, como lo son los Nickname; el uso de referentes visuales y auditivos que “simulan” la realidad compartida en la cotidianidad fuera de Internet, como la multimedia; la cercanía generada, a pesar de la distancia física y del desconocimiento que se podría tener por la otra persona con la que, en un momento dado, se establecería una relación por medio del Chat u otras herramientas.

 

Así, la vida en línea trasciende el computador, ya que aunque Internet se considera un espacio en el cual intervienen algunos aspectos electrónicos y técnicos, la forma en que interactúan las personas que frecuentan Internet, en algunas ocasiones, es similar tanto “dentro” como “fuera” de la red, ya que los sentidos recreados, construidos y vividos en la red se traen a la cotidianidad del contacto cara a cara y viceversa. Creemos que Internet al mismo tiempo que posibilita nuevas comprensiones de las relaciones interpersonales, comparte el trasfondo de las relaciones cara a cara, o dicho de otra forma, las relaciones se establecen a partir del mismo referente dentro y fuera de la red, mediante la idealización del otro, no en el sentido de lo ideal como perfección sino en el sentido de que se construye una idea de la otra persona, lo cual implica que de alguna forma, todas las relaciones son virtuales. De modo que se puede decir que el otro sí es una fantasía, porque el otro solamente es una imagen del otro, no es el otro, se tiene una imagen construida del otro y con esa imagen es con la que se establecen relaciones.

En ese sentido, es importante señalar que la realidad, tal como se la experimenta, siempre ha sido virtual, pues se la percibe a través de símbolos que enmarcan las prácticas en significados más allá de lo estrictamente semántico. Desde esta perspectiva, diferente a la lógica clásica, es posible comprender el ejercicio comunicativo en tanto experiencia de lenguaje, como una apertura a la multiplicidad de interpretaciones, lo que hace que la realidad se conciba como un multiverso en el que coexisten diversas expresiones culturales, lo que es opuesto a la idea de una realidad objetiva, inmutable y única, es así como comprendemos el que todas las realidades humanas sean virtuales, pues como afirma Manuel Castells, “todas las realidades se comunican a través de símbolos. Y en la comunicación humana, interactiva, independientemente del medio, todos los símbolos están en cierto modo desplazados en relación a su significado semántico. En cierto sentido, toda realidad es percibida virtualmente”[5], de modo que, cuando la experiencia se enmarca en la virtualidad, no se puede afirmar que posea menos valor o nivel de “realidad”, a lo que se hace referencia es a que las dimensiones de lo que se solía llamar realidad han cambiado, en la medida en que se entienden no como algo material sino como construcciones simbólicas, un buen ejemplo de ello es Internet, en el que se ha construido un nuevo espacio social que no responde a las concepciones clásicas de la geometría porque se desprende de lo concreto y pasa a un nivel puramente mental. En términos geométricos, se trata de la línea, de la intersección de líneas y del punto de intersección; ahora bien, tales puntos de intersección al nivel mental constituyen nodos de sentido, a través del acto comunicativo, que están dados en la red por “puntos” comunes de interés, en los que se producen las interacciones en tiempo “real” pero en espacio virtual. Estos cruces de líneas y puntos en el espacio “concreto”, también son construcciones mentales pero están limitados por dos o tres dimensiones, en cambio el “espacio” de la red está delimitado por dimensiones que el navegante construye, es decir por su propia capacidad creativa, y por las que constantemente se van constituyendo en la comunidad interactiva. Es decir, la categorización de la realidad “concreta” en tres dimensiones se redefine por una categorización de realidad virtual, en la que se construyen  otras dimensiones, se piensa en bits y no en átomos[6].

 

En este sentido el Chat, que en su inicio fue pensado como un instrumento de contacto académico, se transformó en un no-lugar común a todos aquellos que logran construir un sentido de complicidad e intimidad en lo llamado cibercultura, adoptando diversas formas, Chat de amigos, Chat romántico, Chat erótico, Chat de poesía, en los cuales se establece un contexto particular, lleno de intereses y expectativas que sirven como guía a los navegantes, pero que al final no es la diversidad la que importa sino el sentido de grupo o comunidad que se construye en el espacio de lo cyber, que constituyen nada más ni nada menos la Cibercultura, entendida como aquellos símbolos significativos entorno a la tecnología digital, en especial Internet, que imponen una significación particular a la experiencia, diferente a la significación cotidiana en relación con otros productos culturales; de acuerdo con lo anterior la Cibercultura puede comprenderse como una colección de productos culturales que existen y han sido posibles gracias a Internet, y a partir de los cuales se han construido historias cargadas de sentido, en los contextos interaccionales delimitados por la intertextualidad digital; como nos indicó Lokko, uno de los protagonistas, “el ciberespacio es el lugar de encuentro de las almas”; así, los objetivos con los cuales se utilice, ya sea para la mediación entre familiares y soldados en un conflicto bélico (la operación tormenta del desierto), para tener relaciones sexuales (cibersexo), como posibilitador de procesos “terapéuticos”, sólo son formas de una misma práctica cultural, posible gracias a los medios digitales, fuera de ellos tal vez sería algo inimaginado; pero, que a nuestro parecer, expresan muy bien la idea de McLuhan, en la que los medios “moldean” los estilos de vida de quienes los usan, el punto no está en centrarse en las formas de uso sino en el impacto del medio como tal, y en este sentido creemos que todo ello bajo la base de la facilidad de uso, que a su vez provee la capacidad de acercar personas geográfica, cultural y socialmente distintas, constituyendo así la llamada aldea global que McLuhan soñó hace más de 50 años.

 

Este es el entorno en el cual las relaciones interpersonales se están construyendo, se pueden encontrar distintos relatos que se entretejen en relaciones continuas y que dan testimonio de sus protagonistas; por esto, desde una mirada integradora se puede vislumbrar que se construyen, en el espacio del Chat, hipertextos, narrativas, que de una u otra forma cuentan partes de una historia multiversal construida con trozos de cada historia particular, pero teniendo en cuenta que cada parte es construida a sí misma por muchas voces de una sola persona, en las que emergen la cibercultura, las voces institucionalizadas y las de las experiencias propias, siendo allí mismo, en el ciberespacio, en donde para nosotros se evidencia la multidimensionalidad de la identidad de los sujetos, ya que cada parte de esa historia construida es de hecho una mediación de cada Yo, de cada rol que el “mismo” sujeto recrea; con lo anterior queremos decir que cada persona es constructora de la historia y así mismo de las suyas en particular, pero en la elaboración de cada relato participan diversas “manos”, en su confección, ya que cada protagonista de las historias tiene variados papeles que cuentan una pequeña parte de la misma.

 

En este caso, para Lokko, Andrea18 y Matute es claro que esa situación no es un inconveniente, sino la posibilidad perfecta para conocer “realmente” quien es la persona con la que se está interactuando, cambiar de Nickname se convierte entonces en una posibilidad de jugar a lo que se quiera, sin que esto implique que la reflexión moral no sea tenida en cuenta por los navegantes, el cambio de roles y de género no es connotado como una mentira ni como un engaño, en este sentido se puede decir que la comprensión de lo ético cambia en ese espacio, de manera que resulta importante que en la interacción las personas no se sientan agredidas, a este respecto, para Vala resulta inaceptable la idea de cambiar de Nick, quizás porque para él son muy importantes las características con las que ha construido su participación en la red, manteniendo una identificación estable, usando un solo Nickname, cambiar implica, como él dice, volver a crear un círculo de amigos, además esa postura también tiene que ver con lo cristalina que él cree es su participación en el Chat, de manera que la posibilidad de identificar sus múltiples identidades es una opción un poco más difícil en él.

 

Es por ello que detrás de cada Nickname no sólo se “esconde” una persona, sino que es expresada una historia de vida que involucra a diversos personajes, que ya sean “virtuales” o “reales” nos muestran al ser humano en su dimensión de escritor y protagonista de sus mismas historias, así como de otras más globales, como la cultura y/o la Cibercultura,  la cual puede leerse y dicha lectura por sí misma da cuenta de lo social y los comportamientos individuales. Se nace a una cultura, afirma Néstor Noreña, nosotros creemos que se renace a la cibercultura, pues cada cual inventa su Nick y con él un guión que complemente su “vida real”, que le sirva como un alter ego desde el cual referenciarse, que le indique sus puntos ciegos, con el cual dialogar, de modo que se plantea una dialógica entre sus diversos personajes, en la que se escribe la novela de su propia vida. Es decir, que el sujeto, por definición, es compuesto, la relación entre lo particular y lo colectivo reside en el corazón de la identidad, puesto que la identidad no se puede concebir sin la alteridad. Entonces, nuestro diálogo tiene una estructura constitutiva semejante a una red, de modo que un tema nuevo se puede entretejer en la dinámica discursiva, lo que se da a conocer en cada momento no sólo hace parte de una realidad social que se co-construye en ese instante sino que sirve como indicio, entre interlocutores, para los relatos que posteriormente se vayan entretejiendo; esto en Internet se da con otros y entre los personajes que cada cual recree.

 

En el Chat no hay referencias personales fijas, no existe un cuerpo que me identifique y sirva de referencia a los otros, se puede ser quien se desee ser, ya que fuera de la pantalla el reconocimiento y la aceptación del otro como sí mismo, con su identidad, está mediado por el “rostro”; así, en el Chat el cuerpo es reemplazado por el Nickname, pues éste agrupa lo que se cree la “persona es”, y que es mantenido dependiendo de la aceptación de los otros navegantes, entendida como el acuerdo entre navegantes explícito o implícito en el que se define que en ese espacio dicho personaje puede ser vivido o recreado. En el contexto cara a cara también sucede lo mismo, aunque es más difícil asumir diferentes maneras de mostrarse, a parte de la pequeña gama que se le atribuya como viable a determinada persona, pero sin embargo las rotulaciones que se hacen de las personas se asocian a su imagen, lo cual las hace muy duraderas, tan estables como la imagen corporal o más y esto porque siempre que se piensa en alguien se piensa en su imagen, en cómo se ve, que según la idea occidental es lo que nos diferencia, “no hay dos personas iguales en el mundo”, y que generalmente se atribuye a los genes, generalmente nadie, cuando se le pregunta por otra persona, responderá con una descripción no física, es más frecuente escuchar una enumeración de su físico.

 

Puede decirse entonces que en las relaciones cara a cara, las formas en que las personas se relacionan entre sí suelen estar influenciadas por los rasgos observables como la edad, el sexo, la ropa, etc., rasgos que permiten construir una representación que va a determinar la expectativa sobre la conducta del otro, al equipararla con aquellos que comparten características observables similares. En el Chat, los rasgos observables se reducen a lo que los navegantes quieren revelar de sí mismos, el otro se convierte en un conjunto de palabras; según Pilar Llácer en el ámbito de la comunicación en línea, “la cuestión no está del todo en determinar si quien nos habla a través de la pantalla es quien dice ser, sino en si el personaje que recrea tiene la suficiente fuerza como para evocar en nosotros la sensación humana del otro”[7]. En el pasado se consideraba a la piel como un límite entre el alma/el Yo y el mundo. Sin embargo, en las sociedades mediadas por la tecnología, la piel como límite se estrecha y se hace permeable, perdiendo así su función como barrera; en cierto sentido, el cuerpo se ha vuelto “obsoleto” en el entorno mediático de las computadoras, que ha creado, o mejor, se ha virtualizado; se han creado máquinas y tecnologías más precisas y rápidas que el cuerpo humano, redefiniéndolo, reinventándolo.

 

Esto sin duda alimenta la idea, para los navegantes, que se están relacionando con la esencia del otro, con su alma, pero no se dan cuenta que es la máquina la que “esconde” el cuerpo, éste siempre está presente pero no es visible, se ha posibilitado la tele-presencia, que en el caso particular del tipo de Chat que abordamos en la investigación, es a partir de palabras escritas. Así, las relaciones se dan en sentido opuesto a las del espacio cara a cara, primero el cuerpo y luego lo que piensa, aquí es primero lo que piensa y luego el cuerpo; la máquina ha reemplazado nuestro cuerpo en el establecimiento de relaciones, éstas son mediadas por la computadora, lo antes analógico como el tono de la voz, la postura corporal y los gestos, es ahora digital, es comunicado por lo escrito, por palabras “muertas” en una pantalla, la llamada era digital penetra en lo social y no solo como tecnología, sino como estilos de vida y en este caso formas de relación mediadas por la computadora. Entonces, la relación cara a cara ya no es imprescindible para construir un espacio público en el que se recree la cultura.

 

Así, podemos decir que el Chat permite construir mundos de significación diferentes que responden a un sin fin de realidades en las que las personas nos movemos y participamos de acuerdo a nuestras expectativas y los futuros posibles construidos. Se plantea que al ser un medio nuevo, las relaciones varían de forma significativa, sin que esto signifique que van a ser más lejanas o frías. La relación que se establece entre el chateo y el juego, muestra las configuraciones del ciberespacio como más cercanas a nosotros de lo que en ocasiones creemos.

 

Para los protagonistas las interacciones se constituyen en el mapa por el cual adquiere sentido chatear. Es posible que piensen, aquellos que no han tenido la experiencia de chatear, que, en general, las relaciones establecidas son connotadas por sus protagonistas, al no existir contacto físico, como un vínculo afectivo “superficial”, a diferencia de las relaciones cara a cara. Sin embargo, en algunos casos se da lo contrario, pues el carácter diverso de los contactos en la red, pueden variar desde la intimidad de pareja hasta la sociabilidad “coprolalica” con diferentes personas.

 

Pero, entonces ¿Cuál es la diferencia entre las relaciones mediadas por computadora y las relaciones cara a cara?

 

De acuerdo a lo relatado por los protagonistas, la primera diferencia apuntaría a la búsqueda, a la aventura que supone no tener una referencia corporal del otro, lo cual invita a la imaginación a desbordarse, a salirse de la cuadrícula de lo común, lo institucional, lo repetitivo; en este sentido, Lokko nos comenta que “las personas, generalmente una persona que entra ya está mamada (acentúa) de su círculo social o sus amigos ya no le aportan nada y entonces decide probar nuevas experiencias”[8], por su parte Vala sugiere que “entra uno a la goma de charlar con la persona a ver que lo que... quién es, qué hace, todo el cuento, y ahí se le va a uno yendo el tiempo poco a poco, cuando se da cuenta está uno engomado...[9], es como una aventura, sí?, como conocer uno a una persona que nunca ha visto, entonces es la aventura de estar uno escarbando, escarbando, escarbando, sí?, entonces para mí tiene un sentido de aventura...”[10]. Lo segundo, y que se relaciona con lo anterior, es que al no ser “identificado en un patrón fijo” como es el cuerpo (más o menos fijo en tanto que la representación que yo construyo del otro puede variar en relación al tiempo y a los vínculos que se establecen) puedo mostrarme como quiera, sin necesidad de justificarlo, pues la unidad se rompe en la medida en que la referencia que identifica es un Nickname, que es tan variable como lo desee quien lo usa; nuevamente las palabras de Lokko nos ilustran sobre lo anterior, “ese anonimato que brinda el Nickname hace que pues uno a veces termine desenvolviéndose de otras maneras que uno en una situación física real no hubiera sido capaz de hacer”[11], bajo la soledad y el anonimato, que proporciona el Chat, cada uno puede experimentar con conductas o situaciones que en la vida cotidiana del contacto cara a cara quizá no contemplaría en primera instancia, por la connotación social que fuera de la red se ha construido de éstas, pero al darse cuenta que es posible hacerlo, quizás se atreva a llevarlas a cabo en su cotidianidad, en las relaciones que mantiene en el contexto cara a cara. Todo esto implica, como en cualquier proceso comunicacional, un compromiso que, como en la vida real, cada cual asumirá en mayor o menor grado pero con la posibilidad, en este caso, de escudarse en el anonimato. La tercera es la familiaridad y la cercanía que proporciona una palabra agradable y el disgusto y molestia de una desagradable, en fin, extremos intensos que salvan la distancia y “frialdad del teclado”, pues la imagen del otro siempre está en uno, ya sea que la palabra provenga de Japón o de una persona que se encuentre al lado, de forma que el computador en sí se trasciende, persona y máquina son uno, y en cuanto a cercanía se trata, es una ventana más para mirar... en sí la intensidad emocional posibilitada por las palabras puede fundamentarse en la idea de que al no poseer un referente físico, se accede directamente al pensamiento “puro” o a los sentimientos igualmente puros, de su autor, son objetos manipulables que dan cuenta de su creador, que puedo conservar, a diferencia de la voz, que al perderse en el espacio no se puede retomar, su tono, su ritmo, se pierden, no así con la palabra escrita, su ritmo y su tono permanecen en el destinatario, y son fuente obligada si se quiere pensar en el remitente, como una carta de la persona amada, se tiene esa impresión de exclusividad y de poder acceder a lo más íntimo del otro, y por otro lado, el caso contrario no representa mayor problema, pues “fueron sólo palabras”, “el papel aguanta todo”, en este caso la pantalla y el teclado, tal parece la relación dual de la palabra escrita en el Chat y las relaciones interpersonales.

 

La relación cara a cara determina, en el modo de relación con el otro, unas obligaciones y unas normas “básicas” para la interacción; con la aparición del ciberespacio y la comunicación a través de Internet, estas normas y obligaciones pierden su vigencia y con ella, la conexión con las estructuras sociales básicas de interacción, como la presencia física y el rostro del otro, y por ende la percepción del mismo; así, la capacidad de reconocer al otro queda “suspendida” en un espacio donde no se sabe con certeza a quién corresponder ni por qué hacerlo. En este sentido, los valores humanos, se revalúan, de forma que las connotaciones morales y éticas reconstituidas, le otorgan al sujeto autonomía frente a su cumplimiento, en aquellos espacios donde el anonimato lo oculta, como el ciberespacio, pues aunque el valor sea el mismo su cumplimiento ya no depende de un castigo.

 

Puede decirse entonces, que la interacción mediada por una pantalla y un teclado no acaba con la responsabilidad sino que la redefine. Estamos ante una sociedad en la que la responsabilidad se ha fundamentado en el castigo, en el hecho de que quien comete el acto sea identificado, por lo que el anonimato de la red hace que esto sea posible sin consecuencias, así que la visión es apocalíptica, oscura, para quienes defienden los aspectos éticos desde esta visión, Internet es la misma imagen del mal; por nuestra parte, creemos que esto se fundamenta en una visión incompleta de lo que puede ser la responsabilidad, que es entendida como el realizar actos que no conlleven consecuencias negativas y que puedan ser identificados por otros a la vez que castigados, lo que tendrá que redefinirse, pues el anonimato planteado deja en tela de juicio esta perspectiva, dado que la identificación del “culpable” es casi imposible, así el derecho, como campo objetivo, a la búsqueda del “cuerpo del delito” se queda sin fundamento, por lo que el ciberespacio, es decir, espacio sin cuerpos visibles, aparta de la acción el nivel material, esto sin duda es la gran preocupación que manifiestan los gobiernos de todo el mundo respecto a cómo legislar las acciones en el ciberespacio, y a la vez se enfrentan a otro gran problema que es el de regular con leyes locales lo que es de carácter global, pues Internet no reconoce las fronteras.

 

Ejemplo de dicha preocupación es lo que afirma Negroponte “En la próxima década, habrá casos en que la propiedad intelectual será violada y nuestra privacidad invadida. Sufriremos el vandalismo digital, la piratería del software y el robo de datos. Y, lo peor de todo, seremos testigos de la pérdida de numerosos puestos de trabajo a causa de la automatización total de sistemas, que pronto transformarán el trabajo administrativo de la misma manera en que ya ha transformado el trabajo fabril. El concepto de ‘empleo vitalicio en una sola empresa’ ya ha comenzado a desaparecer”[12].

 

No obstante, se plantean normas de comportamiento (netiqueta) que pretenden ser indicadores de la conducta apropiada en la red, para lograr ser así un cibernauta “grato” en la comunidad virtual, algunas de ellas son: compórtese igual que en la vida real; pregúntese ¿soy capaz de decirle a la persona en la cara lo que le estoy escribiendo?; le debe ser fiel a su pareja virtual, no debería hablar cariñosamente con ninguna otra persona porque eso, bajo la ley de la red es considerado deshonroso; cada comunidad tiene sus propias reglas, por ello al entrar a una pregunte cuáles son y sígalas[13]. De esta forma, la cibercultura se constituye para los navegantes en el horizonte de sentido en el que a través del lenguaje se construyen normas para “nombrar y definir la realidad mediante representaciones que modelan y modulan el sentido del ser, del estar, del poder y del parecer”[14]; según Maturana, “la cultura es aquella red de conversaciones que definen un modo de vivir, un modo de estar orientado en el existir tanto en el ámbito humano como no humano, e involucra un modo de actuar; un modo de emocionar, y un modo de crecer en el actuar, a partir de los procesos de sedimentación (la fundamentación de la memoria colectiva), los vínculos sociales (propician el arraigo, el sentido de identidad, los vínculos, la relación con el lugar, con el espacio social, con la comunidad), y la innovación (responder a los cambios que la sociedad demanda y enriquecer el tejido social que conforma la cultura)”[15].

 

De esta forma, podemos decir que los sujetos se crean en relación con los elementos culturales, normas, prácticas sociales, establecidos por el grupo social al que se pertenecen. Entonces, los sujetos son lo que son debido a la cultura lingüística en la que crecen y la posición que asumen con el lenguaje en la comunidad a la que pertenecen, en ese sentido, el individuo además de ser una construcción lingüística es una construcción social. De manera que, las formas como se da sentido y como se actúa se fundamentan tanto en la historia, a través de los discursos construidos, como en las prácticas sociales[16] vigentes.

 

El siguiente comentario, hecho por una cibernauta que visitó nuestra página, ilustra claramente la reflexión que realizamos anteriormente respecto a la construcción del otro en las relaciones en la red.

 

“Implica construir una realidad diferente a través de la práctica del chateo. En este sentido chatear es toda una aventura que implica que tú no adquieras o necesites algún tipo de responsabilidad, hasta puedes utilizar el anonimato para protegerte y fingir que eres otra persona, ya que puedes jugar a desempeñar diferentes roles; sin embargo, cuando he utilizado el Chat lo hago diciendo la verdad en torno a quien soy por es mas fácil decir lo que eres que ponerte a construir una historia coherente. Sin embargo cuando tu estas en el Chat al principio te despierta la curiosidad pero llega un momento en el que te gustaría tener algún contacto con la persona con la que estas comunicando y me refiero a contacto físico conocer su rostro y sentir su presencia, ya que realmente tiene sus limitantes por que se pierde el gusto por ejemplo yo no puedo imaginarme un beso o un abrazo cibernético, solo pensarlo me produce escalofríos. De igual forma como observar el lenguaje no verbal, tal vez si tengas cámara de vídeo verás algunas imágenes pero donde quedan las sensaciones que se producen cuando tu estas en contacto con otra persona, bueno uno podría decir que si es buen escritor tal vez genere en el otro sensaciones pero la verdad se pierde el encanto cuando lo que ves ante ti es una pantalla de computador. Es interesante cuando conoces a la persona en el Chat sin embargo como este espacio (si se puede denominar así) esta marcado por el anonimato tu realmente no sabes con que clase de persona te vas a encontrar así que la aventura termina una vez te desconectas del Chat dejas de existir para este lugar”[17].

 

De acuerdo con lo anterior, se evidencia entonces, que para algunas personas chatear es entrar a una dimensión diferente, en donde si bien el sujeto construye su realidad, para esta cibernauta la suya está fundamentada en la responsabilidad, honestidad y contacto físico en las interacciones; así, el reconocimiento del otro está dado en la participación “real” de éste en el mundo de significación de este navegante, de acuerdo con ello, la realidad en el Chat tiene un inicio y un final limitado por lo escrito y el anonimato. En el Chat yo existo a partir del Nickname, entonces el anonimato me permite ser otro en una realidad paralela, puedo ser otro sin asumir la responsabilidad de ello. La presencialidad se convierte en parte importante de la relación, generalmente cuando son connotadas como “de pareja”, ya que aunque chatear se considera como una aventura, se espera que la relación que se entable trascienda este contexto, por ello el establecer relaciones denominadas cibersexo, no es admisible, ya que el contacto mediado por el computador se connota como frío y socialmente inadecuado, lo que en una primera aproximación genera sensaciones diferentes que en el contacto cara a cara, en la cual gran parte se da por el contacto corporal. De manera que la idea de contacto sexual se redimensiona, en donde la cercanía física no es fundamental, ya que ésta puede ser simulada por la palabra escrita, de forma que la concepción que se tiene de lo sexual en los personajes asumidos puede variar hacía la idea general de género, en donde los componentes que hacen que una persona pertenezca a un determinado grupo sexual –homosexual, heterosexual- varíen, acercándose al concepto de multigénero, en la cual no se da la necesidad de limitarse a estructuras predefinidas socialmente.

 

“Bueno, la verdad es que nunca he tomado los servicios de la red, en especial el Chat, como algo serio, siempre ha sido un espacio de diversión y desestress, visto desde ese punto, las situaciones como cambio de genero y compromiso en las "ciberelaciones" me han tenido sin cuidado, igual puedo ingresar con Nick de niña y no me siento cambiando de rol "real", es más lo he hecho en presencia de personas de poca confianza y no genera el malestar que podría generar el asumir una posición así personalmente. creo también que el Chat permite evocar el libertinaje de ideas desde el anonimato, pero poco a poco se van asumiendo posiciones y afinidades que rechazan y desde cierto punto discriminan, así uno ya conoce ciertas ‘reglas’”[18].

 

En síntesis, la ausencia de límites físicos y temporales en el Chat facilita la comunicación ilimitada en la que la interacción está mediada por el anonimato, el poco compromiso y la autonomía total de expresión. Por ello el cambio de género y rol son posibles y justificables, ya que desde un punto de vista “todos jugamos a eso” (en el ciberespacio), sin embargo la importancia que representa tener este contexto está dada por la oportunidad de hacer lo que se quiere, realizar las expectativas que se tienen, desahogarse, insultar, tener cibersexo, etc. Y, aunque se pueda decir que Internet es el espacio de agrupación del futuro, pensamos que hay espacios de encuentro cotidiano, como lo son el café, el bus, el parque, entre otros, en donde el contacto interpersonal toma características que hasta el momento no pueden ser “simuladas”, ya que la cercanía física posibilita otra clase de proximidad.

 

En cuanto a otros medios de comunicación como el teléfono, éste parece ser algo más personal, más familiar, tal vez se siente que excluye la posibilidad del engaño, de la ambigüedad, la voz como parte de la comunicación a nivel analógico, en alguna medida da cuenta del otro, su tono, su timbre, sonido que evoca algo, da pistas, certezas y preguntas, algo similar pero significado como más cercano que el Nick.

 

Es así como, el Chat posibilita la construcción de múltiples realidades en las cuales el navegante puede asumir vidas paralelas, donde el cambio, de roles y género, es una oportunidad “lúdica” de explorar y establecer relaciones, constituyéndose en un permiso social para no comprometerse con el otro (en términos de honestidad, responsabilidad, respeto, etc.). Entonces, para los protagonistas, ¿asumir un género diferente en el Chat significa asumir otra orientación sexual en la vida real?

No creo que se pueda asumir un género diferente en la red. Es decir, o se es mujer u homosexual en la red o fuera de ella. El resto sería una comedia, una farsa. No creo que se pueda establecer una doble moral en esto”.

 

De acuerdo con esto, la unicidad de la identidad es una característica de los significados culturales respecto a cómo “ser individuo” o persona, estrechamente relacionado a la forma como el sentido común interpreta las viejas teorías psicológicas de la personalidad, no obstante esta postura, creemos que ser parte de esa comedia, configura nuevas connotaciones a la identidad del ser humano.

 

Es importante tener en cuenta que a parte de las posibilidades personales que permite Internet, se puede destacar la perspectiva que se le da a éste como una ayuda desde lo profesional, ejemplo de ello es la opinión de esta cibernauta en la página Web a propósito de la pregunta ¿Internet siendo un medio de comunicación se podría convertir en una limitante para establecer relaciones interpersonales?

“Yo creo que no. De hecho, creo que las facilita. Finalmente, tú quizá nunca podrás ir a China a hablar con una persona a la que conociste en la red y complementó tu vida profesional. Y si estamos hablando de una relación sentimental, nunca podrás casarte con alguien virtual”.

 

El Chat entonces, se toma como un sinónimo de permisividad, exploración y libertad sin límites. Podemos decir, que el ciberespacio es el “patio de juegos” de la postmodernidad. Lo que quiere decir que en este medio algunas de las características que se atribuyen al pensamiento postmoderno se evidencian con la utilización de las tecnologías informáticas, como lo es Internet.

 

En este sentido, Internet posibilita que la cibercultura, desde sus características, esté constituida por las múltiples configuraciones propias de la llamada “era digital”, para acercarse a esta construcción es importante tener en cuenta las diferentes narrativas que construyen los navegantes en relación con este fenómeno, en ese sentido vemos que cada protagonista asume diferentes configuraciones, que muestran algunos elementos comunes con otros. De forma que las narrativas construidas con cada uno nos muestra que:

 

Para Lokko, su gusto por los computadores no sólo se relaciona con lo tecnológico o con su carrera profesional, pero sorprende la contradicción, cuando él manifiesta que el computador es como una extensión suya, y que le permite expresar aquello que no puede en otras circunstancias, tal como el pintar, el dibujar, respecto a lo cual se siente inadecuado, que no tiene talento, pero que es compensado con el computador, que lo potencializa y amplía sus capacidades, lo que a su vez se relaciona con la forma como él visualiza el ciberespacio, como “un espacio en el que deambulan almas”, pues cree que allí cada uno es lo que es, no puede esconderse tras un género o un cuerpo, ni tras sus bienes y pertenencias, se está allí tan solo con “lo que se es”, nosotros pensamos que también con lo que se quiere y lo que se puede ser.

 

Las relaciones que se establecen en Internet se hacen con el alma, la esencia del otro, por ello en un primer momento no importa saber las características físicas de la persona que está al otro lado de la red, sólo cuenta la utilización del lenguaje y el papel que pueda llegar a jugar la imaginación en estas relaciones hipermediadas. Además, encontramos una relación con su autoconcepto y las posibilidades que él piensa le proporciona el Chat, como él mismo lo sugirió, puede ser él mismo y mostrar su personalidad, sin su cuerpo, que él considera “no atractivo” o “interesante a las mujeres”, mostrando así su “belleza interior”, parece decir que con el Chat su cuerpo no es más un impedimento, porque éste se virtualiza, se expande hacia la red, toma su dinamismo haciéndose múltiple al tener la posibilidad de estar tele-presente en diferentes espacios a los que se les ha deslocalizado; con esta corporalidad reinventada, él sugiere implícitamente que el Chat le permitió trascender esta dificultad e incomodidad con su imagen; llegando a la conclusión que él sí es valioso, que su “interior” sí tiene algo que mostrar; tal vez otros también han logrado resolver sus dramas a partir del Chat o de Internet, lo cual lo hace un medio para la experiencia “terapéutica”, en cuanto permite recrear la propia historia, objetivarse en los textos en pantalla para tomar distancia, facilitando así procesos autoreflexivos y de cambio. Sin embargo, los mismos avances tecnológicos plantean una paradoja, una relación dialógica ante la cual es difícil anticipar algo, pues, mientras el cuerpo se virtualiza y se hace múltiple en la red, interconectándose con el mundo mediante la tele-presencia, por otra parte se logra descifrar el Genoma Humano o mapa del código genético, con lo cual el cuerpo se pone en primer plano; sin duda, el cuerpo se hace invisible a partir de la tecnologías mediáticas, pero a la vez esta virtualización nos muestra otras imágenes, en este caso en la forma de “código de la vida”, se esconde a la vez que se proyecta de manera imponente.

 

Vemos que este protagonista pone el limite de lo real y lo virtual en la confianza que se puede establecer en el Chat, pero la paradójico es que en su relato manifiesta no encontrar en el Chat dicha confianza así que de acuerdo con lo anterior el límite mencionado no se encontraría en su experiencia. El computador y la vida en la red le han permitido desarrollar talentos, en la vida virtual él puede expresar más fácilmente su interés artístico mientras que en la “vida real” no ve la posibilidad de desarrollar estos intereses artísticos o habilidades en las relaciones interpersonales, de modo que tales diferencias le han permitido resignificar la imagen de sí mismo, es decir que las vidas conceptualizadas como virtual y real se retroalimentan y permiten una nueva comprensión al protagonista.

 

Se tiende a pensar que las relaciones en el Chat o virtuales, para abarcar también el correo electrónico y otras formas, son con la esencia de la otra persona, porque no hay una referencia física, entonces la persona tiene la posibilidad de cambiar, mientras que cuando se conoce el físico, la persona ya es el físico; es decir, la referencia al recuerdo está en el físico, está en una apariencia, entonces la idea de las relaciones en el Chat es que se pueden conocer otras cosas, lo que piensa la persona “en profundidad”, lo que siente, lo que podría llegar a ser si quizás no estuviera en ese cuerpo. “Yo no creo en el cuento de que la niña rica se enamore del tipo pobre,... No de ninguna manera[19]. Esta representación social de Lokko parece manejar la creencia de que la desigualdad social no cabe dentro de una relación en el espacio real o contexto cara a cara, mientras la relación conserve su carácter virtual es posible mantenerla.

 

Lokko ve el ciberespacio como un mundo de posibilidades, que van desde el establecimiento de relaciones interpersonales hasta la consulta infinita en una superbiblioteca. Además, él encuentra que lo cibernético no se refiere solamente al entorno dentro de la red, sino que puede evidenciarse fuera de ésta, en contacto con su computador por ejemplo; de esta manera Lokko ha encontrado que en la relación hombre-máquina pueden construirse nuevas facetas de la persona, a partir de encontrar nuevas aptitudes o potencializar recursos de los cuales no se pensaba se tenían; de esta forma él ha desarrollado la representación gráfica de su mujer ideal, la cual no ha sido posible encontrar en su cotidianidad, y haciendo uso de una habilidad que desconocía tener, como el dibujo por computador.

 

En cuanto a Vala, su interés por Internet no se dirige a buscar aventuras o romance, aunque él defina el navegar como una aventura, más bien él lo asume como posibilidad de conocer algo más sobre la tecnología y sobre la vida de otras personas, su cultura y sus países. Esto sin duda cambia el panorama, puesto que para los otros protagonistas es claro el interés en conocer, tal vez, a una persona significativa desde el punto de vista de una relación de pareja; sin embargo, queda el interrogante sobre si esto es solo una cortina de humo levantada desde los prejuicios sociales respecto a que una persona como él, casado y con hijos, no se "ve bien" haciendo cosas de joven, tal vez se le podría señalar como un "viejo verde", de hacerlo; creemos que en parte el chateo ocupa una posición de íntimo y privado. Lo anterior nos sugiere que virtualidad y realidad forman una amalgama difícil de separar, tal vez imposible, pues confluyen intereses de uno y otro mundo; sin embargo, desde la descripción de Vala, las relaciones en el ciberespacio sí parecen diferenciarse de las del contexto cara a cara, porque él las plantea como una búsqueda o indagación detectivesca, como un seguimiento de indicios para acceder a un conocimiento más "íntimo" de la persona, búsqueda, desde luego, llena de giros y aspectos inesperados que bien pueden equipararse a una novela policiaca, es decir, el relacionarse por el texto escrito propone un reto a la imaginación, en el que el otro es recreado por un juego fantasioso que, de acuerdo con la experiencia de Vala, se formaliza y se rompe una vez se conoce físicamente a la otra persona, ya sea por foto digitalizada a través de Internet o cara a cara, aunque la ruptura es más factible en el segundo caso.

 

Esta postura asumida por Vala constituye una metáfora del rol de “investigador” que hace parte de su mundo, de la realidad que él ha construido en el Chat, lo que se relaciona con lo que Bruner propone al hablar de roles y mundos posibles, “los relatos definen la gama de personajes ortodoxos, los ambientes en los cuales actúan, las acciones que son permisibles y comprensibles. Y así brindan, digamos, un mapa de los roles y los mundos posibles en los cuales la acción, el pensamiento y la definición del self son permisibles (o deseables)... no puede suceder nunca que haya un self independiente de la existencia histórico cultural propia”[20].

 

Relacionado con lo anterior, Vala ve al chateo como una forma de hacer amigos y para ello se transforma en un investigador para poder explorar lo que cada persona guarda más allá del entorno de la red. Contrario de lo que pasa en los contactos que entabla fuera del espacio de Internet, que de acuerdo a lo que manifiesta, sólo tiene un amigo. En este punto, pensamos que tal vez las experiencias y expectativas de una persona en el espacio de la red y fuera de éste son diferentes, o muy diferentes, ya que se asume esta relación, con el otro y consigo mismo, como el encontrarse con algo perdido o como reencontrar algo que se desconocía poseer. Pues, tales expectativas parten de una experiencia en la que el cuerpo se encuentra desplazado, oculto por las palabras de un texto digital, así que la visibilidad del otro, en contraste con la relación cara a cara, se ha transformado, lo cual implica que aquello que invita y convoca al otro, que lo engancha en la interacción está despojado de los referentes analógicos del cuerpo y en este sentido las competencias narrativas/comunicativas constituyen el punto clave del vínculo, en todo el sentido las palabras acarician.

 

En cuanto al cibersexo y las relaciones con mujeres dentro y fuera de la red, Vala se muestra prevenido con sus comentarios, con lo expresado acerca de sus vivencias, centrado y conciso en las respuestas y en ocasiones con una postura de protección, asumiendo todas las preguntas y comentarios como dirigidos a explorar su vida, sus secretos más íntimos, tratando de no involucrarse, como si hubiese trasladado el contexto del Chat, que él considera de exploración, a esta conversación, ya que al asumir esta postura, la de “investigador-detective” en el Chat, siente que tiene el poder de indagar acerca de la vida de los demás, pero al hacerlo nosotros siente amenazado su poder y se muestra evasivo a las preguntas; lo cual también tiene que ver con el prejuicio acerca de los psicólogos y la Psicología, quizás su prejuicio frente a los psicólogos pudo estar dado al vernos como unos "visionarios", como magos con poderes para ver más allá, de evidenciar lo oculto, así se explica su prevención y su forma precisa de responder, como si no quisiera dejar cabos sueltos, aclarando hasta el último detalle, no dejando algo a la imaginación o especulación; de acuerdo con esto creemos que si esta conversación se hubiera realizado vía Chat él se habría mostrado totalmente diferente, habría sido menos evasivo, puesto que el anonimato físico le hubiese permitido asumir el rol de explorador sin sentir que podría perder el poder, es así como el hacerse visible físicamente frente a nosotros se convirtió en un impedimento para que recrear con nosotros sus historias y experiencias construidas en el contexto de la red. Relacionado con lo anterior, presentó una gran dificultad para descentrarse y hablar de su experiencia desde un punto de vista general, en este sentido, para él no son claras las posibilidades de cambio de roles y de género que pueden darse en el Chat, él está centrado en una perspectiva de la "realidad", desde la idea de lo concreto, lo inmediato, lo material y le es difícil pensar en el ciberespacio y lo virtual, a lo cual se refiere como espacio no presente, no físico, pero le da una connotación de mentira, que cuestiona duramente, afirmando que de ese juego de mentiras no queda nada; él piensa que es una pérdida de tiempo cambiar de roles, pues piensa ese cambio desde lo material, desde la idea de realidad "que está allá afuera" y no desde lo abstracto, es decir asumir un rol alejándose de lo material, a partir de lo cual él se ve a sí mismo como él mismo en Internet, mostrándose siempre desde el mismo Nickname, lo cual es paradójico dado que él mismo reconoce que en el Chat se muestra diferente, tal vez lo que rechaza es la idea de juego, que de acuerdo con su circunstancia considera no estar en disponibilidad para hacerlo, sin duda un prejuicio que “alimenta” la idea de que la tecnología es más cercana y accesible a los jóvenes; una idea que se fundamenta en las “Etapas del Desarrollo”, difundidas por la Psicología, en las que se tipifican comportamientos para cada edad, así como expectativas que son validadas cotidianamente por los sujetos sociales y que forman parte de la cultura Occidental, pero que sin embargo son redefinidas en el espacio del Chat por la cibercultura, principalmente porque allí las características asociadas al desarrollo en cuanto a lo biológico no son visibles. Lo anterior puede dar lugar a experiencias que plantean problemas legales y éticos profundos, por ejemplo el hecho de que una persona mayor tenga cibersexo con otra considerada menor de edad; ¿sería esto abuso de menores?, ¿Una experiencia como ésta que influencia tendría en cada uno?; creemos que al tener en cuenta experiencias como esta la sexualidad debe ser repensada.

 

De igual forma, la visión de Vala sobre la tecnología y sus posibilidades es radicalmente diferente de la de Matute, Lokko y Andrea18, pues al parecer es diferente crecer con la tecnología e ingresar a la tecnología, porque mientras ellos la ven como lo real, la posibilidad de ser múltiple, él la asume como un recurso, una posibilidad de exploración pero siendo siempre él mismo, limitado por lo inmediato. A propósito de la idea de exploración, con la cual Vala representa sus experiencias en el Chat, es interesante ver cómo él percibe el computador como un amigo que le permite dicha exploración, además de pasar momentos sin pensar en su cotidianidad, sin preocuparse por aquello que le molesta, que le tensiona o que es un problema en su vida, y esto nuevamente nos hace pensar que este medio permite construir otra cotidianidad y así mismo subjetividades antes no imaginadas, que de pronto la Psicología, desde el punto de vista de lo normal/anormal ha querido clasificar como adicción o como escape o un simple medio para servir a propósitos psicológicos como “mecanismo de defensa”, que puede llegar a niveles de disfuncionalidad. Hasta ahora, nuestra experiencia nos dice que tal perspectiva dista mucho de la experiencia de los protagonistas, pues para ellos es más una experiencia "lúdica" de autoreflexión que un problema, porque les permite pensarse en forma diferente, posibilitando la construcción de narrativas que, como ellos mismos dicen, serían imposibles cara a cara.

 

El protagonista ve que, tal vez socialmente se connotan algunos aspectos del Chat (cibersexo, relaciones) como reprobables dado su estado civil y su edad, que le llevan a pensar que no está para "jugar" en el Chat, para buscar lo que "no está en edad de buscar"; es muy probable que esta práctica del chateo se organice a partir de edades, de modo que adquiere diferentes matices, motivo por el cual podría sentirse inadecuado si experimenta con el cambio de roles o con relaciones románticas, lo que nos lleva a pensar en la dialéctica entre cultura y tecnología, que en este caso particular de Internet, en el que también se construye una cultura, existe un choque en el que su confluencia puede ser más manejable para las nuevas generaciones ya que desde fuera de la Red sus comportamientos son vistos como "normales", pues cumplen las expectativas sociales, y su práctica es aceptada, en cambio a las personas mayores o consideradas mayores es posible que se les rotule, reafirmando su distancia e inadecuación en su relación con las nuevas tecnologías digitales como Internet, sin embargo, la posibilidad de utilizar las nuevas tecnologías y relacionarse con personas jóvenes en la red posibilita un acercamiento intergeneracional, debido a que se comparten experiencias entre diferentes grupos de edades, facilitadas por el anonimato, en el que se hacen invisibles características como la edad, el sexo, la condición económica y social.

 

Cabe anotar que, no todas las personas tienen la posibilidad de acceder a un medio como Internet, convirtiéndose así en un instrumento “elitista”, aunque puede afirmarse que ésta es una concepción temporal ya que en un futuro el acceso al ciberespacio probablemente será más común de lo que es ahora; no obstante esta visión, creemos que en pro de la convivencia, los límites sociales que antes dividían, ahora con la utilización de las nuevas tecnologías, ofrecen la posibilidad de acercarse de forma más clara a la visión de convivencia humana, proporcionando una visión más global del mundo y más interconectada de todos los seres humanos.

 

De acuerdo con esta idea, entra a jugar un papel relevante la clasificación cultural, respaldada por la Psicología tradicional, de las famosas etapas de desarrollo, e indudablemente el rol asignado y normativo para cada persona. En este caso, Vala encuentra la posibilidad de llevar vidas paralelas dentro y fuera de la red en las que el límite está definido por la normatividad de cada contexto, lo cual le permite mostrarse en el Chat de forma irreverente y controvertida; mientras que en el contexto cara a cara se muestra respetuoso y muy formal. Es así como el protagonista crea pertenencia en el Chat porque se siente reconocido, ya que su circulo de amigos en el contexto cara a cara es limitado, de forma que ve la posibilidad de abrirlo en el Chat, en donde ha desarrollado diversas habilidades sociales y ha construido una imagen de persona competente en el manejo del sistema, lo que fuera de la red no ha conseguido.

 

Con base en lo anterior, pensamos que el tiempo compartido en línea define la territorialidad y el espacio del grupo, construye identidad y pertenencia con los otros en el Chat y con el entorno de ese Chat, a partir de lo cual es posible construir códigos para distinguir entre lo público y lo privado. Límites/Fronteras que responden al objetivo de los navegantes de sentirse identificados de formas diferentes a como se les reconoce en su contexto cotidiano cara a cara, lo cual es favorecido por el anonimato, expresado en la falta de referencias fijas, como lo puede ser el cuerpo. Es así como, en el Chat, se buscan perfiles específicos, pues no con todos se pueden sentir identificados en la red en determinados contextos, sin embargo el otro es indispensable para el reconocimiento propio, ya sea que se compartan gustos o no.

 

Para Vala el futuro de las relaciones entre la tecnología y el hombre, se centrará en el uso, por parte de la sociedad, de los espacios  virtuales, lo cual conducirá a las próximas generaciones a un estado de “pereza masiva”, lo que asumimos desde lo físico y no desde lo intelectual; pese a esto la perspectiva que le damos al uso de Internet está relacionada a la existencia de lugares de agrupación que no van a ser desplazados de forma tan fácil por la tecnología, convirtiéndose la “pereza” en una opción de vida y no en una regla.

 

En cuanto a Andrea18, para referirse a su experiencia en el Chat hace uso de una metáfora, “es como estar en una fiesta o reunión en la que se conoce mucha gente”, afirma. Según esta metáfora, en una conversación, en un proceso dialógico como el del Chateo, se danza con el otro, se encuentra un ritmo y una melodía para seguir una relación, para construir un contexto relacional de confianza, de compromiso... que puede ser cambiado en los acuerdos implícitos o explícitos de la interacción, como en una fiesta “que se respete”, hay personas ebrias, cansones, solitarios, bailadores, conversadores, espectadores, a ella la imaginamos como bailadora/espectadora.

 

En el relato de esta protagonista, al igual que en los otros protagonistas, es repetitivo el hecho de chatear sola, como algo privado, por la preocupación por ser señalados o descubiertos, o simplemente ser sorprendidos en su privacidad, ¿qué es lo privado que en el chateo se vuelve público, pero que con sus allegados no comparte porque es íntimo, privado?. Creemos que la importancia de la privacidad al chatear se relaciona con el no romper con la imagen construida en el contexto cara a cara, con aquella forma en que es identificada la persona por sus familiares y amigos cercanos, pues esto llevaría a comentarios como “no conocía esa faceta tuya” o “me sorprende que te comportes de esa forma”, tal y como le sucedió a Matute con su hermana mayor. Esto claramente es un indicador que nos plantea que la identidad es una construcción social que se mantiene a partir de acuerdos implícitos/explícitos con aquellas personas con las que se interactúa. Retomando la relación público/privado, observamos que lo que se connota como público en el Chat cambia a privado en el contexto cara a cara, los protagonistas se esfuerzan por mantener la línea divisoria entre lo virtual y lo real, pero sin embargo esta línea pronto desaparece y ambas vidas se fusionan, lo que plantea la paradoja entre lo público y lo privado, pues en una sociedad medida lo privado se hace público y lo público privado, lo cual se hace patente en la película The Truman Show, o en la misma red con las páginas que ofrecen imágenes en tiempo real de personas en su hogar o trabajo, en las que se hace visible lo cotidiano, los pequeños aspectos de la vida de cada uno, que antes eran considerados intrascendentes y ahora son foco de la publicidad y el seguimiento social. De acuerdo con lo anterior, lo compartido en la cotidianidad del contacto cara a cara, como la imagen física, se considera hace parte de lo privado en el contexto del Chat, ya que no a todas las personas se les permite tener acceso a esos referentes personales, de la misma forma aquellas cosas consideradas privadas en el trato diario con la gente, como lo es la forma de pensar, las actividades diarias, toman carácter de publico cuando se establece una relación con el otro en el Chat, ya que se convierte en lo único –a parte del Nickname- que me identifica como diferente en este contexto.

 

Andrea18 se muestra centrada en las responsabilidades, cumplidora de sus deberes y poco dada a la fantasía; al parecer esto se relaciona con el rol que desempeña al interior de su familia, en el que asume el cuidado de sus hermanos menores, por lo que siente que debe ser un buen ejemplo para ellos, así que se muestra como el modelo a seguir. Por otro lado, hemos percibido que en el espacio de chateo ella asume otra postura, más relajada, se da permiso para imaginar y fantasear, en dicho espacio no se muestra fuerte o autosuficiente, allí es más “una niña”, busca establecer relaciones con personas que se muestren protectoras, con las que pueda sentirse “libre” de responsabilidades; de acuerdo con esto, concluimos que en la red ella puede explorar roles totalmente diferentes a los que asume en su cotidianidad, con lo que se libera de la “carga” diaria, pues no tiene que ser un modelo para nadie en Internet.

 

De acuerdo con las conversaciones que sostuvimos con ella, éstas nos hicieron pensar que Internet se convierte, para algunas personas, en el “patio de juegos” en el cual está permitido realizar todas las cosas que se quieren hacer y que se piensa no se puede hacer en el contexto compartido fuera de la red, ya sea por la imagen social o por las exigencias propias, de esta manera creemos que Andrea18 ve Internet como esa válvula de escape a un mundo imaginario, en el cual hacer “diabluras” es permitido y aceptado por el carácter “anónimo” que provee Internet.

 

Esta imagen fue ratificada con su historia de vida, en donde sentimos que se trata de una persona que cree debe asumir responsabilidades y características de adulto frente a su entorno, y de esta forma comprendemos la actitud que respecto a Internet proyecta en su familia, en donde muestra que sólo le interesa hacer cosas “productivas” y no es justificable entrar a disfrutar de otras cosas, como lo es el Chat.

 

En cuanto al sentido que tiene para ella establecer relaciones interpersonales y concretamente la relación sostenida con Jesús, su cibernovio, ésta se convierte en su posición de vida de lo que representa para ella todo el universo posibilidades que a llegado a ser Internet a lo largo de su vida; dando pie a la emergencia de nuevas perspectivas de lo que es ella y de lo que es su vida.

 

Y por último, Matute, ante la pregunta de cómo se siente al chatear, respondió que era muy importante para ella y que se sentía muy bien haciéndolo, e hizo la distinción de que Internet le permitía ser “ella misma”, cosa que no podía ser en la "vida normal", como llamó ella a las relaciones cara a cara, esto, posteriormente nos dimos cuenta, era clave en su narrativa pues en ello radica la importancia de Internet para ella. Como afirma Maturana, "todo lo dicho es dicho por alguien", en momentos tuvimos la sensación que ella creía hablar por otros o tal vez fue su mejor estrategia para hablar de ella, pues para verse a sí misma necesita recurrir a las voces de otros, para lograr un segundo nivel de observación; esto nos indica que nuestra construcción como personas necesariamente es social, pues referencia al otro para volver a la persona que se construye, de modo que se asemeja más a un hipertexto, con sus múltiples caminos, que a la idea de individualidad que plantea la indivisibilidad de la dualidad, es decir que no se puede dividir la dualidad mente cuerpo y que permanecen como unidad, entonces pensamos que esta perspectiva se fundamenta en los límites de la piel, sin tener en cuenta que los límites siempre son mentales, son constructos del observador. Esto puede ser similar a la experiencia de hablar por Chat, o al menos es el sentido que ella le otorga.

 

Creemos que Matute puede ubicarse en un segundo nivel de observación, pensar sobre lo pensado, vivir lo vivido de otra manera, cada pregunta le evocaba algo, era interesante ver sus expresiones, que al parecer mostraban lo que evocaba, y esa evocación, ese volver sobre la historia le permitieron lograr algo que ella no imaginaba, algo que no había construido, al menos de esa forma respecto a su experiencia en el contexto del Chat. Lo más impactante para nosotros y que recordamos con frecuencia es su idea de querer ser un náufrago de Internet más que un navegante, ya que esto le permitiría permanecer en la red, sobran las explicaciones.

 

Tal vez el Chat es preferido por aquellas personas que de una u otra forma están inconformes con su vida, pues les permite soñar, realizar un mundo ideal, un mundo propio, pero compartido con personajes que se recrean en la mente, en la vida íntima, pero que a la vez no son imaginarios, pues son mundos completos que se abren  y en algún sentido se fusionan con el propio, son otros, otros cercanos que posibilitan la aventura de salir de la piel, de recrearse otra vida, tal vez la que se espera, la soñada, de modo que la fantasía es más posible, más cercana, como si fuera una caricia de palabras. Sólo así comprendemos, en este momento, su idea de que sea ella misma pero que a la vez tenga dos vidas, una en la red y otra fuera, en la "vida real", como la llama ella. Internet para ella es como la ventana de su cuarto, que aunque conducía a los patios traseros de las casas vecinas, era la posibilidad de mirar algo diferente, de abrir y abrirse  al espacio, al más allá, le sacaba de las cuatro paredes de su cuarto, Internet es para ella esa ventana, ventana múltiple que se abre con un click de la fantasía, que le lleva a uno a inventar ilusiones o "alucinaciones" deseables, a vivir extremos, desde enamorarse hasta odiar, desde reír hasta llorar, pero con un ingrediente nuevo, que esos extremos parecen juntos, parecen cercanos, vivibles, sin que por ello se juzgue, la regla parece ser el permiso de cambiar, sin escuchar aquello tan familiar pero "desagradable", como dijo ella, "estás rara, te pasa algo?", "ya no eres la misma". Sin duda, un multiverso al alcance de la mano, en el teclado, el ratón o la pantalla... Cada chateo es el capítulo de una nueva aventura.

 

Se muestra como una persona sociable y amable, con gran habilidad para establecer relaciones, aunque ella afirma que esto sólo es una apariencia, que no se muestra como es en realidad, así que prefiere “aparentar”, esto al parecer se relaciona estrechamente con la necesidad de aprobación social que manifiesta constantemente en su discurso, pues aunque establezca fácilmente relaciones, carece de competencias comunicativas, en cuanto a las relaciones cara a cara.

 

Ella se ve en mutua interacción con su otro yo, el que está en relación continua con la máquina, esa idea surgió de lo dicho por ella en el sentido de que le gustaría estar con una computadora conectada todo el tiempo, tal vez como lo menciona Negroponte, en una interfaz tan amigable que serían uno, el hombre con la máquina; lo anterior nos hace pensar que en la conversación que tuvimos, ella no estuvo en ese espacio con nosotros, sino que nosotros nos transportamos al espacio en el que ella se sentía más cómoda, su propia idea de red, en la que las contradicciones y paradojas matizan el escenario.

 

Entonces, ¿Cuales son las características de las relaciones interpersonales que se dan a través del Chat?

 

“Hay mucha espontaneidad, incluso más de la que quizá podría darse cara a cara, toda vez que la reserva de la identidad (en muchos casos) y el mismo hecho de no estar al frente de la otra persona, deja fluir más las palabras y las emociones. Cuando existe "química" en la relación (desde la profesional, hasta la sentimental), se da el natural enviciamiento. Es difícil dejar de pensar en encender el ordenador cuando llegas a casa y revisar el correo para saber si tu amigo del Chat te ha escrito un mensaje o ha contactado un nuevo encuentro. A veces puede crearse, y como consecuencia de lo anterior, una enorme dependencia. El día en que no encuentras algo en el Chat o no puedes, simplemente, conectarte, la sensación de frustración es inevitable”[21].

 

De acuerdo con la perspectiva de esta navegante, la connotación que tiene de las relaciones que establece con otros por medio de Internet, la no-presencialidad se constituye en un facilitador para la expresividad en el Chat, pues el contacto por medio de la palabra escrita proporciona una experiencia diferente al contacto cara a cara, y con ello la posibilidad de “ser más sincero”. Solamente cuando la relación se ve como significativa, el contacto continuo en Internet se convierte en un ritual para que la relación se “avive”, se recree, lo que provoca que Internet pase de ser visto como una herramienta a ser una necesidad básica. Las características de la comunicación aunque se redimensionan, para la navegante, dependiendo de su uso y la forma que se emplee tiene configuraciones buenas o malas.

 

En este sentido, ella agrega que “El lenguaje evoluciona e involuciona. En el primer caso, quizá en las relaciones más formales. La preocupación por escribir la mejor palabra, utilizar el término más apropiado es un proceso lógico. Claro, hay gente que habla mucha "basura". Incluso en los chats públicos el lenguaje que se ve es el de la involución (errores de ortografía, de sintaxis), pues lo importante es simplemente, hacerse entender”[22].

 

En general, la visión que tienen las personas sobre el Chat puede resumirse en la siguiente opinión que recibimos de un navegante en la página Web; sin embargo, creemos que su conclusión es totalmente opuesta a las experiencias que nos han compartido los protagonistas, pues sí constituye un espacio de construcción del sujeto en el cual experimentar posibilidades y más que una moda constituye para muchos un no-lugar común que invita a la autoreflexión, a través del intercambio lúdico, por lo que creemos sí llena las expectativas de los protagonistas en cuanto a que es una experiencia significativa, una práctica cultural en la que es posible el contacto, aunque redimensionado, entre personas. Entonces, concluimos que las experiencias vividas en esta investigación, nos dan el soporte suficiente para afirmar que es este tipo de opinión sobre el Chat, que por cierto es bastante difundida entre quienes guardan cierta distancia respecto a la tecnología, es precisamente lo que hemos reevaluado.

 

“El chateo por Internet puede verse POTENCIALMENTE como: actividad comunicativa, fuente de conocimiento, espacio de socialización y opción lúdica, sin embargo, dentro de nuestro medio he podido apreciar que, como comunicación existe un primer momento en el que no es más que una emisión de textos con pocas posibilidades de respuesta y en los casos en que ésta se da, es necesario para sostenerla por más tiempo, pasar al estadio de pareja mediante los mensajes privados, lo cual, puede asimilarse a una conversación telefónica. Como fuente de conocimiento, hasta el momento, no he visto que se traten temas específicos con seriedad o se profundice en uno de ellos, la mayoría de las veces se tratan asuntos superficiales con actitud agresiva, humorística o de coqueteo. Como espacio de socialización, pienso que el chateo solo brinda la posibilidad de un primer contacto (enganche) que para consolidarse requiere de una llamada telefónica o un encuentro personal, por lo tanto, cuando alguien chatea se siente parte de un grupo, pero tan impersonal y anónimo (uso de nombres ficticios) que necesita reafirmarse como ser social a través de una interacción concreta, en la que intervenga algo más personal como la voz o la presencia física. Finalmente, en la lúdica, me parece, el chateo tiene su punto fuerte, pues no se puede negar que motiva la imaginación, induce a la fantasía, distrae y cumple funciones similares a las del juego, en cuanto a: manejo de la realidad a escala, permite la creación de mundos posibles a través de la re-creación de significados, ejercita diversos roles y desborda los límites que le hayan creado su verdadera identidad, apariencia física y esquemas de su vida cotidiana; todo lo anterior, sin correr ningún riesgo, porque en ningún momento tiene que asumir en la realidad las consecuencias de situaciones virtuales. En conclusión, el chateo brinda alternativas inimaginables de crecimiento cultural y personal, pero en nuestra sociedad no ha pasado de ser una actividad que se realiza por moda, curiosidad o desahogo, por lo que creo que no ha llenado ninguna expectativa de interacción VERDADERAMENTE humana”[23].

 

En el entorno de la comunicación por Internet se hace importante el tener herramientas que le posibiliten tanto velocidad como confiabilidad (que no ”cuelgue” el sistema), para poder así sentirse como un navegante que posee cierta autonomía y además, que todas las actividades que realiza en la red se acerquen en lo posible al concepto de “tiempo real”. Igualmente, se parte de la perspectiva que en Internet todo se puede conseguir de forma gratuita y si es así mejor.

 

“Hola, me llamo Mariana y vivo en el D.F. Quiero compartir esta experiencia que tuve en un Chat de starmedia, para ser exactos en la sala de Latinos del mundo. Bueno pues esto empieza así: Un chavo con el nick de Edwin me empezó a platicar y me cayó muy bien, casi de inmediato. Esta amistad a distancia sigue hasta la fecha. Desde que empezó mas o menos por julio o agosto. El es de Colombia y bueno como ya lo había dicho soy del D.F PERO NI LA DISTANCIA HA HECHO QUE NOS DEJEMOS DE HABLAR. Y bueno solo quería compartir esta experiencia gracias Atte: Mariana”[24].

 

La opinión anterior, nos indica que la distancia geográfica es una característica del contacto cara a cara que se reevalúa en Internet y es, para Mariana, un componente que hace del Chat un posibilitador en el establecimiento de relaciones. De forma que, las relaciones se pueden establecer con cualquier persona, sin importar sus características socio-económicas y la distancia en donde se halle. En este sentido, concluimos que en Internet se presenta la paradoja de  estar lejos y cerca de la vez, pues aunque abre posibilidades cierra otras, sin embargo, cabe pensar que la distancia no solamente puede ser física, pues una pareja que duerme en la misma cama puede estar muy lejos uno del otro.

 

Dentro del entorno del Chat algunas veces es común que los participantes en una discusión utilicen expresiones o palabras que resulten agresivas para otras personas, ventaja que da el anonimato; en el encuentro que tuvimos en el Chat para realizar el grupo de discusión, las características de la sala fueron muy diferentes, lo cual nos hace pensar que el hecho de haber definido una intención clara para el encuentro modifica sustancialmente el contexto e influye para que las personas participantes se sientan en un contexto predeterminado por nosotros, los investigadores, así se comprende mejor la afirmación de Lokko de estar cumpliendo una cita. En este sentido, es importante resaltar que generalmente esto no es así, el contexto se define en la misma interacción y excepto por el nombre de la sala de Chat, no existe otro indicador a parte de las palabras mismas de los participantes, que constituyen en sí las relaciones, así,  el Nickname se constituye en la única referencia que sirve como una especie de categoría en el cual se agrupan todas aquellas características que se le atribuyen a la persona y/o que la persona se atribuye a sí misma; por eso es que el Nickname es tan importante dentro de la cultura del Chat.

 

Para ampliar esta idea, encontramos que las expresiones de saludo son muy cortas, pues el hecho de escribir en un teclado no facilita el uso de expresiones largas porque éstas se pueden asumir como silencios, similares a los de una conversación cara a cara o telefónica y que dan lugar a múltiples interpretaciones como podrían ser falta de interés, ausencia de la conversación, confusión, aspectos que mediante el lenguaje corporal son identificables, por eso se busca no romper el contexto dando lugar a esos silencios y a sus posibles interpretaciones; con relación a lo corporal, la expresión de GUZI  SIENTO LA HORA PERO ANDABA CORRIENDO”, en una relación cara a cara sería reconocida casi de inmediato por los participantes, en cambio, en el entorno del Chat lo único que entra a formar parte de esa realidad compartida es sólo aquello que se ponga por escrito, y aún así se evitan las referencias al comentario de GUZI, se evitan porque podrían desviar el hilo de la conversación, lo que no se presenta en una conversación cara a cara en donde se hace muy común emitir comentarios entorno a las características de los protagonistas que en un momento dado entran a formar parte de ésta.

 

Al entrar cada persona y tratar de ponerse al tanto de la conversación, surgen diferentes versiones que en ocasiones pueden ser contradictorias, o simplemente no tener ninguna conexión, es algo que se repite a lo largo del encuentro y esto es porque no existe unanimidad, cada uno teje un trozo de conversación pero llevando hilos diferentes, que en contraposición a una conversación cara a cara casi siempre una de las voces se eleva por encima de las demás, se marca un liderazgo que unifica las versiones, así por ejemplo si alguien pregunta “de qué estaban hablando?”, aquel que tenga el papel de conductor hablará por los otros, estableciendo un acuerdo en el tema, sin embargo aquí esto no se observa, la misma pregunta suscita múltiples comentarios que dependen de lo que prioriza cada uno, en este contexto, construido en el grupo de discusión por Chat, tanto Edwin como Ricardo pasaron a ser, más que conductores o moderadores, otros participantes, no hubo un liderazgo, cada cual propuso su tema, así, creemos, se construye una conversación en el Chat, como hipertexto.

 

Con respecto al carácter superficial o significativo de las relaciones en el Chat, para esta protagonista, “pueden llegar a ser muy significativas y otras efímeras, como ocurre con cualquier cosa. Pienso que esto a veces es un poco como la lotería. Hay cosas que prosperan y otras que no. Como ocurre en cualquier escenario de la vida. Este es uno más”[25].

 

Con relación a este tema, Vala mencionó que esto eran fantasías que podían realizarse en la red, pero que no en la vida real, pero que aún así seguían siendo fantasías, y finalmente agregó que a él le había pasado, pero que prefirió “cortar ahí” la relación, pues eso no le interesaba; con su opinión quedó claro que en la primera conversación habían “pesado mucho” los prejuicios sociales respecto a hablar de sus experiencias en el Chat siendo una persona mayor y casada; por su parte, Matute mencionó que no le parecía justo engañar a la gente, aunque aceptó que ella cambiaba su Nickname y asumía diferentes roles, pero nunca, aclaró, con la intención de engañar a alguien. Lokko mencionó que el punto crucial era cuando Alex (nombre del psiquiatra cuya historia sirvió de pretexto para realizar el grupo de discusión cara a cara, Ver Anexo 08) traspasó aquello que constituía su vida en la red al espacio de su vida real, pero que todo había sido pura curiosidad; idea con la que Vala también estuvo de acuerdo y sugirió que todo lo de la red se inicia por pura curiosidad y que luego crece hasta que se hace inmanejable, quizás lo que le sucedió a él?, y es mejor cortar. Continuando con la idea de Lokko, éste dijo que todo era posible gracias a que el Nickname encubría a la persona y le daba la ventaja del anonimato. Andrea18 por su parte mencionó que, de acuerdo con Lokko, había que separar lo virtual de lo real y que allí estaba el error de Alex.

 

Uno de los aspectos más interesantes fue que Andrea18 no pensó que “wallas”, con quien conversó y en quien tanto se interesó en el Chat, fuera uno de nosotros, ella no lo esperaba, ni se lo imaginó, creyó que wallas era otro de los protagonistas, a quien esperaba conocer, no pensó que ya lo conocía (entrevista); esto reafirma nuestra idea, que generalmente las relaciones que se establecen en el Chat y luego pasan al contexto cara a cara se rompen, sólo en algunos casos, creemos que la relación se afianza como podría pensarse, lo que se relaciona con el hecho de perder el anonimato, y además, que la imagen ya fija del otro, una vez visto, no permite recrear múltiples imágenes, seguir en la aventura de explorar, el recuerdo se hace fijo, inmóvil, las expectativas se concretan, en cambio el “desconocimiento” cara a cara permite el juego de la fantasía. Las expectativas de una persona “atractiva”, según el modelo socio-cultural no siempre se materializan; en parte esto puede aclarar el hecho de que generalmente se teme el encuentro cara a cara, pues implica aceptación, está en “juego” la idea de aceptación y el concepto de sí mismo, así como los “sueños” que se hayan construido. De acuerdo con lo anterior, cobra sentido la afirmación de los protagonistas de que es un problema mentir si la relación trasciende del Chat al contexto cara a cara, pero si permanece allí, en la llamada vida virtual, no es problema, lo cual nos sugiere que al virtualizar la realidad del Chat, las personas “evaden” el problema ético de la relación con el otro, el juego justifica cualquier acción, pues se cree que no se afecta a nadie, y tal vez esto constituya uno de los puntos de la cibercultura en el Chat, la invisibilidad del cuerpo lo hace posible; esto nos recuerda las bromas que se hacen por teléfono, con la diferencia de que se puede hacer con muchos a la vez y también que al menos se tiene una referencia, que es el Nickname, con la que se recrea una imagen del otro, y que esta referencia no es “propia” de la persona, la voz y su tono sí; lo anterior puede constituirse en algo atractivo al romper con la normatividad social.

 

Ahora pensamos que tal vez sí hay compromiso, pero no a la manera en que se entiende siempre en un contexto cara a cara, éste se fundamenta en el juego, y quizás haya un acuerdo tácito, implícito para jugar; pero indudablemente se necesitan dos para jugar, jugar al no compromiso, a descubrirse poco a poco, y en cada paso reinventarse hasta que se logre una resonancia con el otro, para así definir una identidad y un contexto relacional que sea significativo.

 

Somos transeúntes, viajeros, cargados de múltiples voces, de ecos que nos acompañan en el camino, en la ruta, diría Néstor Mario[26], tejemos y tejemos realidades en coro, nuestra subjetividad es un hipertexto de voces, de comprensiones y sentires diversos, de resonancias y disonancias, de personajes, unos ajenos otros familiares, vivimos creyendo que somos quienes somos; tal vez nos percatamos que somos quienes somos gracias a que los otros nos ayudan a creer que somos lo que creemos que somos y viceversa... vivimos entre mentiras verdaderas y verdades mentirosas. Como manifiesta Don Juan a Carlos Castaneda, es necesario detener el mundo si se quiere reflexionar, borrar las huellas que otros han ayudado a construir y que forman parte de lo que definimos como nuestra realidad, lo que nos es familiar; la virtualidad, como mundos posibles y recreaciones de lo que se asume como realidad, aguarda en cada espacio de las historias que elaboramos, se halla entre las líneas de texto de nuestras vidas, está a la mano en cada experiencia, pues la virtualidad nos constituye, ya que siempre nos movemos en torno a mapas de mapas de mapas que definimos como mundo cognoscible, como afirma Pierre Lévy, “La virtualización no se puede reducir a un proceso de desaparición o de desmaterialización... la virtualización se analiza, esencialmente, como un cambio de identidad, un paso de una solución particular a una problemática general o transformación de una actividad y circunscrita a un funcionamiento deslocalizado, desincronizado, colectivizado. La virtualización del cuerpo no es, por tanto, una desencarnación sino una reinvención, una reencarnación, una multiplicación...”[27]

 

La imagen apocalíptica de los computadores “desquiciados” que se apoderan del mundo y someten al ser humano, o en el peor de los casos, lo exterminan, se ha dejado de lado, para pasar a una idea de posibilidades, películas como 2001 Odisea en el Espacio o la serie de Terminator, para citar algunas, se movían en este sentido, mostraban con lujo de detalles el desplazamiento del hombre por la máquina, tal vez lo mismo que pensaron y sintieron hace siglos quienes vivieron la revolución industrial y veían cómo su vida se redefinía con la aparición de una máquina que hacía su labor a menor costo; parece ser que se repite la historia y que el eje común es la política capitalista de masificación, desde luego esto sólo es una idea y necesita ser profundizada; pero lo que en realidad nos convoca, el tema del Chat, parece ser que también ha provocado un desplazamiento, el de la corporalidad, la presencia física, el espacio geográfico, o mejor aún, la ha redefinido y ampliado, pues ya tecnologías como el teléfono, la radio y la televisión, y aún más atrás, la escritura, posibilitaron ese desplazamiento, que ahora con las telecomunicaciones de orden digital, como ya se mencionó, se han redefinido, la clave parece ser la digitalización, pues según Watzlawick, lo analógico, relacionado con lo no verbal, en el computador se hace invisible, las palabras son el todo, no hay entonación, gestos... la palabra lo abarca, lo analógico de la comunicación humana se hace digital, nada más acorde con el momento social/tecnológico que vivimos y que en ocasiones produce un temor enorme, tal como el ya mencionado de la revolución industrial, pero cabe preguntarse si el temor sólo es para aquellos que ven nacer la tecnología y no para los que nacen con la tecnología, para ellos, creemos, será lo familiar, su cotidianidad, su entorno, y así, no les planteará ningún cambio; para los primeros, la transformación es evidente y con ella sus estilos de vida y expectativas, sus proyectos de vida, he ahí el punto en el que la Psicología debe enfocar su reflexión si no quiere quedar rezagada, estudiando al ser humano actual con los presupuestos de hace un siglo, si quiere estudiar al hombre desde su sentido actual.

Como lo afirma Turkle “Hoy en día, una nueva práctica de identidad como multiplicidad en la vida electrónica ayuda a desarrollar ideas sobre identidad como multiplicidad. Los personajes virtuales son objetos con los que podemos pensar... Cuando las personas adoptan un personaje en conexión, cruzan una frontera que las lleva a un territorio altamente minado. Algunas tienen una incómoda sensación de fragmentación, otras de alivio. Algunas sienten las posibilidades para el autodescubrimiento, incluso la autotransformación... Lo que quiero decir es que muchas de las manifestaciones de multiplicidad en nuestra cultura, incluyendo la adopción de personajes electrónicos, están contribuyendo a una reconsideración general de las nociones tradicionales de identidad”[28].

 

Con lo social sucede lo mismo que con los lugares: sólo desaparecen para recomponerse; algo similar pasa en el espacio del Chat, pues el espacio y alteridad se reconstituyen de diversas formas, se hacen visibles de otra manera, revelando la dinámica de globalización de los medios. De acuerdo con Vattimo se trata de una “sociedad transparente”, que se percibe a sí misma como una sociedad más compleja y caótica, con una marcada tendencia hacia la comunicación generalizada, una sociedad de los medios de comunicación de masas (“mass media”), y que particularmente con Internet se da el resurgimiento de culturas locales, posibilitando el reconocimiento del mundo como multicultural e híbrido, en el que se tejen de forma interactiva diversos relatos con impacto global, de modo que, la sociedad se percibe a sí misma desde una nueva perspectiva, en la que se enfatiza el reconocimiento de la diferencia, el saber narrativo y los distintos contenidos sociales[29].

 

Hoy en día, la aceleración que se da en el continuo ir y venir de las relaciones tiende a ser total, de esta forma queda eliminado el espacio físico como factor clave de la dinámica social, en las cuales los nuevos sujetos no se constituyen a sí mismos a partir de identificaciones con figuras, estilos y prácticas de viejas tradiciones que definen la cultura, sino a partir de la conexión/desconexión (juegos de interfaz) con los aparatos, que en dicha interacción posibilitan otra comprensión de sí mismo y su entorno, lo que en palabras de W. Benjamin es el nuevo sensorium, las nuevas sensibilidades, otros modos de percibir, de sentir y relacionarse con el tiempo y el espacio, nuevas maneras de reconocerse y juntarse.[30] De esta forma, se convierte en un hecho muy importante abrir nuevos espacios de investigación, en los cuales se tengan en cuenta la relación creada entre el hombre y las nuevas tecnologías, espacios en los cuales la conjugación de saberes es fundamental, para que así sea más amplia la posibilidad de acercarse a estos fenómenos, por este motivo al rescatar la transdisciplinariedad se abre la posibilidad de comprender la relación hombre-computador desde una postura compleja y no fragmentada que permita ver al sujeto social en interacción con su entorno.

 

Es así como Internet se constituye en un nuevo sistema de comunicación electrónica, de carácter mundial, interactivo y multimediático, que está transformando  nuestra cultura, nuestra forma de interactuar con los demás, disolviendo las fronteras de la identidad. “Así como en otro tiempo las identidades eran objeto de puesta en escena en museos nacionales; en la segunda mitad de nuestro siglo la transnacionalización económica, y el mismo carácter de las últimas tecnologías comunicacionales (desde la televisión hasta los satélites y las redes ópticas), colocan en el lugar protagónico a las culturas–mundo exhibidas como espectáculo multimedia”[31].

 

De esta forma, el ciberespacio se convierte en uno de los espacios que tiene el hombre en su cotianidad y que le ayuda a dar cuenta de lo infinito y lo complejo, ya que todo lo que nos rodea está dimensionado en límites exactos, los cuales no siempre se pueden trascender. Con Internet los límites de son puestos por cada cibernauta, las fronteras se vuelven permeables, la cultura se redimensiona hacia el surgimiento de lo cyber; las representaciones que se construyen de la realidad están cambiando, así como la visión del hombre y de lo que lo constituye. Para nosotros esta experiencia se convierte en la posibilidad de trascender los límites de la Psicología y “lanzarnos” a otros horizontes, en los cuales los mundos de significación se construyen a partir de referentes experienciales diferentes, debido a que han emergido diferentes imágenes del otro y del entorno de interacción, así que la experiencia humana se recrea, lo que permite que desde nuestro ejercicio profesional podamos ver nuevos escenarios de acción, desde posturas históricamente diferentes con las que se ha construido las narrativas que sustentan la intervención psicológica; de esta forma, permite que movilicemos nuestros recursos profesionales y personales, dando paso a la emergencia de otras capacidades, permitiendo así ver otros escenarios en los cuales la psicología se puede pensar.

 

A través de Internet el mundo ya no se piensa como algo ajeno y distante, que está afuera, algo inmenso e inalcanzable, se asume como próximo, cercano, alcanzable con un click sobre el icono de conexión a la red, el mundo está ahí esperando tras la ventana del navegador, es por ello que pensamos que la globalización está en las manos de cada persona y que de esta forma son cosmopolitas domésticos. Es así como, la psicología debe preocuparse en el significado de su actuar, en evidenciar una realidad y en donde debido al papel de las nuevas comunicaciones y de la mass media, se debe reflexionar constantemente sobre aquellas categorías renovadas del espacio y de la alteridad que le dan un nuevo significado al sentido de hombre. Hacia esta visión, consideramos, se hace importante brindar nuevas perspectivas en investigación que permitan a la Psicología no quedarse rezagada y ver al hombre desde una faceta actual; dichos esfuerzos se deben iniciar desde la academia, una invitación para que la Facultad pueda pensar en abrir líneas de investigación que aborden los fenómenos relacionados con la cibercultura no de forma tangencial sino de manera compleja, y a la vez pueda dar cuenta de la importancia que tienen estos nuevos cambios sociales en el devenir del hombre.

 

Para empezar a cerrar la construcción de la discusión, hemos elaborado un mapa que da cuenta de forma más específica la resolución de los objetivos de la investigación, los cuales se han abordado en todo el texto de este apartado de forma entretejida; así, el mapa se constituye en una herramienta que permite realizar una lectura diferente de la discusión. (Ver Mapa 03)

 

La visión histórica que se tenía del Yo era desde una perspectiva calculadora e intelectual, en donde se hacía distinción entre el Yo social, de carácter público, y el personal, con características privadas; esta representación era, de alguna forma, reflejo del racionalismo propio de la revolución cognitiva. Así, ahora se puede hablar de alteridad en la constitución de la identidad en el sujeto y no como una categoría mental del sujeto, cuando comprendemos que esta identidad se construye día a día, como lo dice Bruner “se hizo evidente que también el Yo debía considerarse como una construcción que, por así decir, procede del exterior, al interior tanto como del interior al exterior, de la cultura a la mente, tanto como de la mente a la cultura”[32].

 

Es así como, el self es transaccional, se es lo que se está siendo en un momento presente al interior de un contexto interaccional, pero esto no es evidente para las personas, al menos en Occidente, que significan Internet como algo diferente, que permite ser quien se quiere ser, la corporalidad se significa como permanencia y así se mantiene un sentido de estabilidad en la que el “yo” o el self se significa como un lugar, algo estático al interior de la persona; pero en este sentido, el socio-construccionismo nos invita a pensar en el self como un espacio transaccional, que se realiza en la interacción a través del lenguajear, lo cual puede ser más alcanzable a partir del Chat, o al menos así se significa, en el que esto sí se percibe, el cuerpo se hace invisible y se pierde la idea de la permanencia y de estaticidad del “Yo”.

 

Retomando a Bruner, “el Yo, utilizando su capacidad de reflexión y de imaginar alternativas, rehuye o abraza o reevalúa y reformula lo que la cultura le ofrece. Por consiguiente, cualquier intento por comprender la naturaleza y orígenes del Yo es un esfuerzo interpretativo semejante al que realiza un historiador o un antropólogo al tratar de comprender un ‘período’ o un ‘pueblo’”[33].

 

Chatear es como leer un libro escrito por varias manos, en el cual uno puede dialogar con el autor, pero a diferencia del libro está la posibilidad de resolver específicamente las preguntas que lo inquietan a uno y poderlas llevar a discusión. En cada Chat se escriben, actúan y declaman historias, de acuerdo a las perspectivas y sentido que cada quien le dé a la acción de chatear, como una torre de Babel, cada uno con un monólogo que en ocasiones se conecta con el monólogo del otro, si se logra una conexión con el otro es necesario reinventarse a cada instante, como dice Gergen del Yo como algo relacional o Bruner del self transaccional, se “realiza” a cada momento, en el aquí y ahora, el Yo no es una instancia abstracta al interior del sujeto, es una forma en la interacción, que a la velocidad del computador se reconstituye, para tejer finos y frágiles hilos, pero que si se logran trenzar con dedicación, forman una lazo fuerte y flexible, difícil de soltar; las anécdotas y el pensamiento más profundo valen, todo cuenta en la medida en que tenga resonancia con el eco del otro.

 

Escribir a diez manos parece superar la capacidad de lectura, en la pantalla se “observan” los momentos en que todos leen, todo parece estático, y de repente una pantalla completa de texto, como si se pusieran de acuerdo para accesar lo escrito, por ello, mucho de lo conversado se pierde en el silencio de la red, bytes que nadie recogió, por eso, para nosotros, es más sencillo fijarnos en quien nos responde y mantenernos al margen de los otros escritos, sin embargo, eso no se logra por mucho tiempo, pues se tienen dos o tres conversaciones simultáneas, que en cualquier momento se “enredan”.

 

Internet nos evoca los puertos, lugares mágicos donde todos son extranjeros conocidos, donde se conocen historias y mitos en múltiples lenguas, costumbres y vidas, donde existe la promesa de volver, aunque ninguno se marche, ese es el puerto, una urdimbre de relatos que reinventan al placer de viajar, de la aventura de vivir, vivir en el eco de las voces que nos constituyen como un hipertexto. A este respecto Turkle manifiesta “Cuando la identidad se definía como unitaria y sólida, era relativamente sencillo reconocer y censurar la desviación de la norma. Un sentido más fluido del Yo permite una mayor capacidad para reconocer la diversidad. Hace más fácil aceptar el despliegue de nuestros personajes –quizás con humor, quizás con ironía-. No nos sentimos obligados a clasificar o juzgar los elementos de nuestra multiplicidad. No nos sentimos obligados a excluir lo que no encaja”[34].

 

Tal vez los puertos seamos nosotros e Internet el mar que nos une, no que nos separa, pues siempre existe la posibilidad de navegarlo...

Si tiene alguna reflexión acerca del tema, le invitamos a dar su opinión. Diríjase a opinión.

 



[1] El título original de la investigación, a partir de la cual se realizó este artículo, es “El Chateo como una forma de Recrear las Relaciones Interpersonales”, cuyo sentido es dar a entender que la recreación de las relaciones interpersonales constituye un proceso en el que su significado se transforma a partir de las posibilidades de interacción que permiten los nuevos medios electrónicos de comunicación. Ahora bien, el cambio de título responde a un interés personal que enfatiza el salto que logré dar en cuanto al posicionamiento como investigador en este campo, pues el nuevo abordaje implica hacer énfasis en el espacio de las Ciberculturas como tal, comprendiéndolo como un nuevo espacio social. El cuerpo del artículo conserva las características de la investigación original, salvo algunas actualizaciones y correcciones en cuanto a la discusión y las conclusiones. Por supuesto, no se incluyen las extensas transcripciones de las actividades realizadas, ni las matrices, éstas aparecen sintetizadas en gráficos que considero más explicativos y fáciles de comprender, tampoco se incluyen la reflexión Disciplinar e Interdisciplinar, por considerar que aparece en forma más o menos explícita en la Discusión y las conclusiones, y de forma clara en la Reflexión Epistemológica.

[2] Hemos realizado el presente artículo con el fin de dar a conocer las comprensiones más relevantes respecto al tema, que logramos construir a lo largo del desarrollo del trabajo, así como hacer una síntesis y actualización del material, útil para aquellos psicólogos, estudiantes de Psicología u otros profesionales interesados en comprender las Ciberculturas. Cualquier observación o inquietud pueden remitirla al siguiente Correo Electrónico: willricon@yahoo.com edwinvelar@starmedia.com

[3] NEGROPONTE, Nicholas. Ser Digital. Pág. 185. Ed. Atlántida. Argentina, 1998.

[4] DABAS, Elina. Redes. El Lenguaje De Los Vínculos. Piscitelli, Alejandro. Cap. 02: Enrededados. Ciudadanos De La Cibercultura. Pág. 99. Ed. Paidós. Argentina, 1995.

[5] Castells, Manuel. Cit. Por FINQUELIEVICH, Susana. @mores Virtu@les. http://cys.derecho.org/00/teletrabajo

[6] Cfr. NEGROPONTE, Nicholas. Ser Digital. Primera Parte: Los Bits Son Bits. Ed. Atlántida. Argentina, 1998.

[7] LLÁCER, Pilar. Elementos para una Tele-Ética. Cuadernos Ciberespacio y Sociedad Nº 3. Marzo de 1999. http://cys.derecho.org/03/llacer

[8] Grupo de discusión cara a cara, 1185-1186.

[9] Entrevista 2, 8-10

[10] Entrevista 2, 58-61

[11] Grupo de discusión cara a cara, 1027-1029

[12] NEGROPONTE, Nicholas. Ser Digital. Pág. 229. Ed. Atlántida. Argentina, 1998.

[13] SANTOS, Juan Carlos. Aprenda A Comportarse bien En Internet. Revista Enter. Edición Nº22. Santa Fé de Bogotá.

[14] SANDOVAL, Humberto. Hermeneútica de la Cultura. UNISUR. Santa Fé de Bogotá, 1992.

[15] Maturana, Humberto. Cit. Por. WENGER, Rodolfo. Ensayo : Cómo Abordar la Cultura Como Tejido Simbólico en el Mundo Actual.

[16] Entendidas como los modos de enfrentar la vida y de hacer las cosas que son construidos por la comunidad.

[17] Comentario en la página Web.

[18] Ibíd.

[19] Entrevista 4, 507-508.

[20] BRUNER, Jerome. Realidad Mental Y Mundos Posibles. Pág. 76. Ed. Gedisa. España. 1998.

[21] Comentario en la página Web.

[22] Ibíd.

[23] Ibíd.

[24] Ibíd.

[25] Ibíd.

[26] Néstor Mario NOREÑA, Psicólogo. Profesor en la Cátedra Seminario de Tesis en la Facultad de Psicología de la Universidad Santo Tomás. Santa Fé de Bogotá, Colombia.

[27] LÉVY, Pierre. ¿Qué Es Lo Virtual?. Pág. 32. Ed. Paidós. España. 1999.

[28] TURKLE, Sherry. La Vida En La Pantalla. Pág. 327. Ed. Paidós. España. 1997.

[29] Cfr. Pág. 41.

[30] Cfr. Pág. 26.

[31] Cfr. Pág. 27.

[32] BRUNER, Jerome. Actos de Significado. Pág. 108. Alianza Ed. España, 1990.

[33] Ibíd. Pág. 110.

[34] TURKLE, Sherry. La Vida En La Pantalla. Pág. 329. Ed. Paidós. España. 1997.